Un millón de niños sin hogar
Uno no sabe si creerse los datos que se publican a menudo en Rusia. Por ejemplo: ¿es posible que haya un millón de niños sin techo, o con el único techo de un puente o un almacén abandonado? Lo aseguró la semana pasada Alexéi Severni, presidente de la Asociación Independendiente de Psicólogos y Psiquiatras Infantiles, y añadió que 60.000 de ellos viven en Moscú y otros tantos en San Petersburgo.
Pero no se quedó ahí. Ofreció más datos espeluznantes: que el 40% de los escolares es objeto de malos tratos físicos y psíquicos por sus profesores. Y que al menos el mismo porcentaje de niños sufré violencia en la familia. Muchas veces, señaló Severni, son expulsados de sus casas.
En la conferencia sobre Violencia y Protección de los Niños Rusos se dieron otros datos que desafían lo admisible, pero que nadie ha puesto aún en duda, como que 17.000 niños y adolescentes fueron víctimas el año pasado de agresiones que podrían haberles costado la vida; que 200 niños murieron por ataques de sus propias madres; que 2.000 se suicidaron. Según Severni, no hay datos estadísticos totalmente fiables, pero sondeos selectivos muestran que los malos tratos a niños son ahora fundamentalmente físicos, como apaleamientos, quemaduras con cigarrillos y privación de la comida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.