_
_
_
_
Tribuna:VISTO / OÍDO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La rana que no piensa

El renacuajo sin cabeza ni cola conseguido en laboratorio es el profeta del hombre clónico que cada uno podrá tener en el futuro para trasplantarse cuando lo necesite. Yo produciría, si pudiera, un clónico; a condición de ser yo el otro, el de la nevera, y que el otro trabajase, amase, engendrase, votase y se quedase definitivamente solo: sufriera. La cabeza: suya. Para él toda: es la causa de todos los males del sujeto, ya que no puede ser individuo real, y la civilización -la fuerza de quienes la tienen- le obliga a amasarse y a vivir contra su voluntad. Mi clónico estaría en la vida de la masa, en el teatro: yo, en el trastero, esperando.Mis compañeros lo discuten. Unos: simplemente les repugna físicamente. No, en cambio, el trasplante de restos de muerto, ni de material inorgánico -Pilar Miró con el corazón de hierro viejo, como decía Umbral, que la dedicó uno de sus arranques de belleza en el periodismo-, ni de chimpancé o cerdo. Otros: no aceptan los clónicos, por principios éticos, ni que la vida se puede guardar. Los terceros: su religión les hace temer el destino de Prometeo, o el castigo de Frankenstein. No creo mucho en la ética: prefiero la probidad. La ética es un arma del de arriba: Él no la usa- para sí mismo (léase la crónica de tribunales, las páginas de economía y de sucesos), sino para insuflarla en el hombre mentalmente clónico y que contenga sus ilusiones de un poder que le podría llevar al exceso. En el colegio, la clase de ética o la clase de religión son iguales y producen la misma obediencia. Mejor, como dicen que alguien dijo, el parchís. La honra, el honor, son espectáculos: se tienen hacia fuera, para ser vistos. Pueden llevar al revólver o la regañina, a la navaja. La probidad es para uno mismo: si es capaz de salir del soplo ya citado, el prefabricado por generaciones de pensadores colaboracionistas, de teólogos, de maestros del arte. La comisión llamada de bioética, en Estados Unidos, es gubernamental: el poder sobre la vida y el comportamiento. Un crítico del último informe de esa comisión recuerda que en Estados Unidos nacen treinta clónicos al año: los gemelos univitelinos. Y explica que estos hermanos son mucho mas "indénticos" que los clónicos. (De paso: cree que es un abuso peligroso el que hacen los padres de gemelos acentuando su parecido con trajes iguales, costumbres idénticas: deberían, en cambio, ayudarles a encontrar cada uno su verdadera identidad: distinta del otro).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_