El PNV apoya al Gobierno y le advierte que debe cumplir sus compromisos

El PNV decidió ayer dar su respaldo al Gobierno y situarse frente a los grupos parlamentarios que rechazan los Presupuestos. Esta nueva oportunidad, tras la ruptura de hace unas semanas, implica volver a exigir lo pactado sobre el desarrollo del estatuto vasco, que, según el diputado del PNV Jon Zabalía, "no está muerto". Si no se cumple este compromiso, que pasaría por la cesión del Inem y la Seguridad Social, se pone en juego "la palabra del presidente del Gobierno y la estabilidad parlamentaria".

El Gobierno contó ayer con el respaldo de los grupos nacionalistas, catalán y vasco, que hoy se completará con el apoyo de Coalición Canaria (CC). La posición de CiU y de CC estaba clara, pero hasta ayer no se despejó la incógnita de cuál iba a ser la actitud del PNV. El diputado vasco, Jon Zabalía, aclaró que "desde la necesidad de dar confianza a los mercados financieros y a los ciudadanos en el momento histórico del euro no podemos devolver estos presupuestos al Gobierno".Aunque no trascendieron las negociaciones que han propiciado este cambio de actitud del PNV, está claro que se ha dejado atrás la ruptura con el Gobierno. Momentos antes de iniciarse la sesión de la tarde de ayer un portavoz del PP aseguraba que no estaba clara cuál sería la postura de los nacionalistas vascos.

Zabalía se dirigió al Gobierno para advertirle que no debe olvidar los compromisos asumidos en el pacto de legislatura. "No lo olviden, porque pueden comprometer la palabra dada por su presidente [José María Aznar] y la estabilidad parlamentaria". El diputado del PNV insistió después en que ese pacto pasa por transferir el Instituto Nacional de Empleo (INEM) y la Seguridad Social. La negativa del Gobierno a dar estas competencias al País Vasco es lo que motivó la ruptura de hace unas semanas.

"Queda mucho camino"

CiU, por su parte, confirmó su apoyo a los presupuestos, pero dijo que "queda mucho camino por recorrer". Y aquí el PSOE "no tiene la voluntad de consenso", que ha permitido a España cumplir las condiciones para el euro. La posición de CiU estaba clara desde que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, anunció a finales de septiembre un pacto con el Gobierno sobre Sanidad y su apoyo a los presupuestos. El portavoz de CiU en el Congreso, Joaquim Molins, coincidió con el PSOE en que el mérito de la situación económica actual viene de atrás, y no corresponde sólo al Gobierno del PP, al tiempo que destacó la decisiva contribución de los nacionalistas catalanes. Pero advirtió que "queda mucho camino por recorrer"."No estoy seguro de que la actitud frente al esfuerzo necesario sea la misma que fue", dijo Molins. "Cuando oigo a ex responsables gubernamentales [en referencia a los socialistas] valorar hoy con todos los epítetos del infierno las mismas propuestas que en el campo de la Sanidad, las pensiones o la financiación autonómica con ellos defendimos, no tengo la sensación de encontrar la voluntad de consenso con que esta Cámara contó en años anteriores".

En ese camino por recorrer, Molins situó la necesidad de una reforma fiscal "que aligere la carga para aquellos que pagan". Pidió que baje el tipo máximo del impuesto sobre la renta, que se revisen las deducciones y , muy especialmente, que se reduzcan las cotizaciones sociales, para lo que CiU apoyaría subidas en algún impuesto.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, le contestó que estos presupuestos ya incluyen una rebaja de 150.000 millones en las cotizaciones sociales para favorecer el empleo estable.

La otra reivindicación de Molins es la reforma del actual sistema de financiación autonómica que, en su opinión, "ya no da para más". Rato le respondió que el actual modelo tiene sólo un año de vigencia y que debe esperar al año 2001 para valorar su funcionamiento.