Y mi sueño, una ilusión
Hace unos días, los obispos franceses han pedido perdón al pueblo francés por su complicidad con el Gobierno colaboracionista de Vichy y por el silencio mantenido durante las deportaciones de judíos franceses en la época de la ocupación nazi en Francia.Como consecuencia de haber leído esta noticia, he tenido un sueño. He soñado que los obispos españoles pedían perdón al pueblo español por haber tomado parte activa en uno de los dos bandos de la última guerra civil española, colaborando después estrechamente con la dictadura de Franco. Por haber aceptado cargos políticos en las Cortes españolas, como procuradores de designación personal del jefe del Estado y miembros del Consejo del Reino y del Consejo de Regencia.
He soñado también que rogaban perdón por no haber condenado un Estado confesional que no respetaba la doctrina social de la Iglesia. Por permitir que los obispos fueran nombrados por el Papa a propuesta de una terna presentada por el dictador. Y, por último, soñé que la Iglesia católica española pedía perdón por haber propiciado las alianzas Iglesia-Estado y trono-altar, imponiendo al pueblo laico el nacionalcatolicismo y a los clérigos la tutela y vigilancia de su única moral, donde el derecho civil se confundía con el canónico, y viceversa.
Cuando me desperté, efectivamente, pude comprobar que no tuve una pesadilla, que la pesadilla era la realidad y mi sueño una ilusión.-
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