Estados Unidos y Japón evitan en el último momento una nueva guerra comercial
EE UU y Japón llegaron ayer a un acuerdo de última hora para frenar, al menos temporalmente, la crisis que enfrenta a ambos países por el tráfico de barcos mercantes. Washington retiró la orden de la Comisión Marítima de EE UU que impedía, a partir de la medianoche de ayer (6.00 horas de la madrugada de hoy en España), que los barcos japoneses atracasen en puertos del país americano. Era el castigo por la negativa de Japón a pagar cuatro millones de dólares (unos 600 millones de pesetas) en multas por prácticas discriminatorias en sus puertos.
Esta nueva confrontación ha sido una reedición de las múltiples que han mantenido Estados Unidos y Japón durante los últimos años. Lo único que ha cambiado ha sido la excusa. Hace dos años fueron los autómoviles. Ahora, el transporte de mercancías por barco.Detrás de la pelea estaba el intento de los estadounidenses de que los asiáticos abran sus mercados totalmente. Y más al fondo, el elevado déficit comercial que Estados Unidos mantiene con Japón, que, a pesar de las palabras, continúa aumentando.
En esta ocasión, la medida de presión era impedir la llegada de los buques japoneses a los muelles de EE UU y el bloqueo de los que ya estaban atracados. La hora límite era la medianoche de Estados Unidos (6.00 horas de la, mañana en España), pero en el último momento hubo un acuerdo entre Washington y Tokio que evitó el bloqueo.
Las Conversaciones que mantenían el vicesecretario de Transportes, Mortimer Downey, y el subsecretario de Estado, Stuart Eizenstat, con una delegación japonesa encabezada por el embajador en Washington, Kunihiko Shito, evitaron, al menos temporalmente, la sanción.
En un descanso de la reunión, Eizenstat y Saito anunciaron un "importante avance" en su diálogo, aunque no dieron detalles del contenido del acuerdo. La único que trascendió fue que la policía guardacostas no impedirá por el momento la entrada de barcos japoneses en EE UU. Poco más se sabía de un acuerdo cuyos detalles irán desvelándose en las próximas horas. No obstante, la cadena CNN ya había citado fuentes que indicaban que Japón estaba dispuesto a pagar la sanción con tal de evitar la situación de bloqueo absoluto. Se espera también que Japón levante las restricciones al tráfico internacional que existen ahora en sus puertos.
La medida afectaba a barcos de mercancías de los tres mayores transportistas japoneses: Mitsui O.S.K. Lines Ltd; Nippon Yusen KK y Kawasaki Kisen Kaisha Ltd. En EEUU los medios de comunicación se habían apresurado a subrayar que el conflicto no atañía al comercio de automóviles.
Pero sí al de productos electrónicos, lo cual podría haber provocado una crisis a medio plazo en la temporada de compras navideñas. Ello es debido a que gran parte de la carga de los buques japoneses son artículos de este tipo, que son acumulados por los comercios estadounidenses ante la avalancha de ventas previstas para las fiestas navideñas.
El anterior capítulo de lo que parecía un inminente duelo sobre las olas tuvo lugar el mes pasado, cuando la Comisión Marítima de EE UU estableció una sobretasa de 100.000 dólares (15 millones de pesetas) por cada barco japonés que entrara en el país.
Esta medida fue la respuesta a las prácticas abusivas que, según la Administración estadounidense, se ejercen en Japón sobre los buques extranjeros. Según los cálculos del sector, el atraque de un barco extranjero en un puerto japonés cuesta entre un 25% y un 100% más que en otros países.
La polémica sobre los puertos japoneses, que se sospecha están controlados por la mafia local, la Yakuza, se remite, en realidad, a comienzos de la pasada década, cuando empezaron a incrementar su precios.
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