El Gobierno replica a Pujol que decidirá sobre el modelo de financiación cuando acabe su vigencia

El Gobierno mantiene el actual modelo de financiación autonómica y dentro de cuatro años, cuando finalice su plazo de vigencia, estudiará si lo modifica. Esta fue la respuesta que ayer ofrecieron desde La Moncloa y el Ministerio de Administraciones Públicas a la reclamación del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de un nuevo sistema fiscal para Cataluña, similar al cupo vasco, para el año 2001. Para el secretario de política autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, la reclamación de Pujol no es constitucional y muestra que el nuevo sistema de financiación ha fracasado.

La reclamación, de Pujol ni ha sorprendido ni ha gustado al Gobierno. No ha sorprendido porque no es la primera vez que Pujol reclama para Cataluña un sistema de financiación similar al vasco, aunque esta vez ha solemnidad a la petición al realizarla desde el ámbito parlamentario. Y no ha gustado porque "quedan cuatro años de vigencia" al modelo pactado mayoritariamente en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de septiembre de 1996.No obstante, ningún miembro del Gobierno quiso salir a la palestra para responder públicamente a su aliado. Ni siquiera el presidente del Gobierno, José María Aznar, que ayer por la mañana recibió en La Moncloa a una representación de Cáritas, aprovechó el acto público para pronunciarse. El Gobierno ha decidido evitar las polémicas públicas con sus aliados nacionalistas.

Sí lo hizo, sin embargo, el secretario de política autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui. A su juicio, la reclamación de Pujol refleja que "el sistema de financiación autonómica pactado por el PP y CiU ha fracasado a los diez meses de su aplicación". Pero Jáuregui fue tajante en su respuesta a Pujol.

Aseguró que el sistema fiscal vasco y navarro, el foral, tiene una apoyatura constitucional, que no es trasladable a otras comunidades autónomas.

También fue rotundo el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. "Pujol ha lanzado una propuesta inviable a corto plazo que genera una sensación de agravio en otras comunidades. No deja de ser paradójico que quien llevó a Aznar a firmar un acuerdo de financiación autonómica pida su transformación radical en su primer año de aplicación. Yo no estoy de acuerdo", señaló Almunia en Bruselas, informa Walter Oppenheimer.

Jáuregui resumió que "lo que está pasando pone en evidencia el profundo desorden de la política autonómica. Lo que calificamos de sistema injusto se revela, además, errático".

Denunció las negociaciones del Gobierno con los nacionalistas para conseguir su apoyo a los presupuestos. Según Jáuregui, generan "una sensación de agravio comparativo e injusticia" para con otras comunidades, que "se ve agravado por la ostentación que hacen de sus logros", en referencia a las declaraciones de Jordi Pujol y José Carlos Mauricio, portavoz de Coalición Canaria, tras entrevistarse con Aznar.

A juicio de Jáuregui, Pujol y otros presidentes autonómicos se sienten defraudados con el nuevo modelo de financiación por la caída de la recaudación del IRPF, -tanto de la liquidación de 1997 como de las previsiones para 1998-, el impuesto sobre el que gravita el modelo.

Además, apuntó su preocupación por las declaraciones de algunos presidentes autonómicos -los de La Rioja, Murcia, Castilla y León y Baleares- que al obtener menos ingresos de los previstos harán uso de la capacidad normativa para aumentar deducciones y desgravaciones sobre el IRPF.