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Los socialistas acusan a Mariscal de asegurarse tres años de excedencia

La Comisión de Justicia, del Senado ratificó ayer el informe de la ponencia que otorga retroactividad a la excedencia forzosa de tres años para los jueces que desempeñen cargos públicos o se presenten en una lista electoral. Joaquín Galán, senador socialista y portavoz de su grupo, manifestó que eso es tanto como garantizar a la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, tres años sabáticos pagados con cargo a la Administración.

La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial tal y como había salido del Congreso establecía la excedencia forzosa durante tres años para jueces y magistrados que hubiesen ocupado cargos públicos o que concurriesen como candidatos en cualquier proceso electoral de ámbito municipal, autonómico o nacional.El Grupo Socialista defendió, sin éxito, y también en el Senado, que se trata (de una medida desmesurada porque bastaría con que estos jueces fuesen trasladados a un destino distinto del que ocupaban, y porque la norma abre un portillo para posibles abusos ya que, como ayer volvió a repetir el senador Galán, basta con que un juez o magistrado se presente en una lista de independientes, en un pueblecito de escasa población y en un puesto que tenga garantizado no salir elegido para, por el contrario, asegurarse tres años de excedencia en los que seguirá cobrando sus emolumentos y se computarán a efectos de ascensos y de derechos pasivos.

Las cosas desde el punto de vista de los socialistas empeoraron ayer notablemente al aprobar el Senado una enmienda a la disposición transitoria segunda de la ley por la cual se da carácter retroactivo a esta previsión; es decir, se aplicará a los jueces y magistrados que en este momento ocupan cargos públicos.

Galán afirmó que le parece indudable que la ministra de Justicia "no quiere volver al juzgado de primera instancia" del que era titular antes de ser nombrada para el cargo. Además, Galán replicó a la intervención del portavoz del PP, Alfredo Prada:, quien argumentó que la ministra, ya que el PSOE considera la medida excesiva y restrictiva, deseaba ser la primera a la que se le aplicase.

El PSOE, por boca de Galán, entiende que lejos de desear que se le aplique una disposición perjudicial, Mariscal de Gante intenta garantizarse que no regresará al juzgado donde desempeñaba su labor

Los socialistas se oponen también a otra enmienda a la reforma de la Ley del Poder Judicial según la cual el plazo máximo de cinco años que se fija para que los presidentes de Sala del Tribunal Supremo desempeñen sus cargos empezará a computarse desde que los actuales presidentes fueron designados como tales.

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El PSOE entiende que el PP trata de apartar a "presidentes de Sala incómodos" a los que se les aplicará la ley poco después de que entre en vigor, aunque el propio Galán matizó que el Consejo General del Poder Judicial tendrá un plazo de un año para proveer estos cargos.

No fue la única crítica que recibió ayer la ministra. Mientras esto sucedía, el XII Congreso de Jueces para la Democracia se iniciaba en Girona con duras reproches a la "inoperancia" de Mariscal de Gante. El portavoz de la asociación progresista, José Antonio Alonso, denunció que, "el año y medio de gobierno del Ministerio de Justicia revela una clarísima incapacidad para ofertar cualquier respuesta a los problemas de la justicia", informa Bonifacio de la Cuadra.

En otro foro judicial, la XII Asamblea de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, la ministra manifestaba que "es una evidencia que existe un síndrome de descrédito generalizado en la justicia". "Es cierto", dijo Mariscal de Gante en Benicàssim (Castellón), "que la Administración de Justicia da una imagen de desprestigio y uno de los retos del Gobierno es tratar de ponerle remedio".

La ministra compartía así la afirmación realizada por la magistrada María Tardón, portavoz nacional de la asociación Francisco de Vitoria, quien apuntó cierto desánimo y decepción por entender que la justicia es demasiado lenta, "casi catatónica". Mariscal, pese a todo, lanzó un mensaje optimista al señalar que hay varias propuestas en el Libro Blanco de la Justicia para mejorar esta imagen y que ya están en marcha, como la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

En este acto, Mariscal aludió también a la celebración del juicio contra la Mesa Nacional de Herri Batasuna. Señaló que es un juicio muy importante para el Estado de derecho, sin prejuzgar el resultado, y aseveró que las únicas presiones que los jueces del Tribunal Supremo pueden haber recibido son las del entorno abertzale. "Que se les juzgue sólo por la ley, pero con todo el peso de la ley", enfatizó, informa Yosé Yoldi.

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