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Los editores y libreros alemanes piden a la UE que defienda el precio fijo de los libros

La reivindicación marca la apertura de la Feria Internacional de Francfort

La muy poderosa Börsenverein, la Asociación de Editores y Libreros Alemanes, abrió ayer la 49º edición de la Feria Internacional del Libro de Francfort en pie de guerra, a favor del precio fijo de los libros. o fue en vano el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, el invitado honor en la inauguración. A él fue dirigido el clamor: si la comisión se pronuncia a favor del precio fijo más allá de las fronteras, tomará una decisión a favor de Europa. Santer afirmó que la comisión "no dejará de tener en cuenta el significado del libro como bien económico y cultural".

Santer, muy prudente, afirmó que la comisión está realizando un estudio muy profundo y que decidirá antes de final de año la compatibilidad de los acuerdos transfronterizos entre Alemania y Austria, sobre el precio fijo dé los libros, "con las reglas comunitarias en materia de competencia". "La comisión observará obviamente las reglas consagradas en el Tratado [de la Unión], pero no dejará de tener en cuenta el significado del libro como bien económico y cultural".No todo fue retumbar de problemas en Francfort, ni mucho menos. Los corrillos de la aún desangelada feria se llenaron ayer de los ecos de dos nombres: el escritor angloindio Salman Rushdie se personó, el lunes, por sorpresa, como siempre, en una de las 1.000 fiestas con las qué Alemania celebra el 70º cumpleaños de Günter Grass. Fue en. el teatro Thalia de Hamburgo. Grass será una de las estrellas de Francfort: leerá el discurso de entrega del Premio de la. Paz al escritor turco Yasar Kemal, el próximo domingo. Y también, como cada año, se dice que el propio Rushdie hará su aparición en la feria del libro más importante del mundo. Está en Alemania, eso ya es algo. El escritor alemán presentará en Madrid, el próximo 5 de noviembre, su última novela, Es cuento largo, que publicará Alfaguara.

A los oídos de Santer debieron llegar las duras palabras de Gerhard Kurdze, presidente de la Börsenverein, pronunciadas por la mañana en una conferencia de prensa. "Es la Comisión Europea quien puede decidir actualmente si es posible instaurar sistemas dé precio único más allá de las fronteras en Europa. Todos sabemos que la dirección general IV, competente en materia de competencia, considera los libros como unos productos igual que los otros; a sus ojos, su función cultural particular no merece ninguna excepción. La consecuencia de una decisión negativa de la comisión sería desastrosa y no únicamente para el mercado alemán del libro. En Austria, la sociedad Librodisk ha llenado todo el país de una cadena de sucursales. En el caso de que se suprima el precio fijo internacional entre Alemania y Austria -una supresión que Librodisk intenta conseguir en Bruselas-, esta empresa podría rápidamente amenazar la existencia de librerías austriacas practicando el dumping sobre un número limitado de best sellers".

La Asociación de Editores y Libreros Alemanes ha encargado tres estudios sobre el tema, uno de los cuales, explicó ayer Kurtze, demuestra que el "precio fijo es útil en el plano económico" y garantiza, además, para los consumidores "la diversidad de títulos".

"Los libros no son bienes económicos como otros. Books are different", afirmó Kurtze. "Los autores, los editores, los libreros tienen necesidad de independencia y de libertad. Por eso no queremos subvenciones de los estados, sino que se mantengan unas disposiciones básicas que protejan la materia prima que es el espíritu, materia que se regenera ella misma. Esto incluye el precio fijo para los libros en los países de las lenguas europeas. Sólo él permitirá la variedad de publicaciones literarias y su adecuada difusión".177 firmas españolas

Nada hay más triste que una feria el día de su apertura real. (hoy): casetas a medio montar, suelos llenos de plásticos, pape les, cajas, etcétera, montones y montones de contenedores con libros, bates cerrados, todos... Ayer sólo hubo discursos (un montón) y una avalancha de datos y estadísticas que marean al más templado. La feria gigantesca bate récords y sigue creciendo, contra lo que esperaban sus organizadores, según explicó ayer Peter Weidhaas, director de la feria: 9.587 empresas (un 3,7% más que en 1996) de 117 países estarán presentes en el encuentro; se exibirán más de 300.000 libros, 80.000 de ellos novedades recientes. Por parte de España participarán 177 firmas más las que asistirán en los diferentes stands colectivos. Se espera, explicó Weidhass, que 500.000 internautas consulten la Feria del libro virtual: un CD-Rom que a través de Internet ofrece un catálogo de 12.000 títulos de alrededor de 10.000 editores de 60 países.Y más datos: Roland Ulmer, presidente del consejo de la Feria del Libro de Francfort, dijo que un grupo de países, como Estados Unidos, Reino Unido o España, "han superado la recesión y el paro"; otros, en cambio, "Francia, Italia y Alemania, deben aún hacer frente al problema económico". España, en concreto, dijo, "ha aumentado un 3,2%" en su volumen de venta de libros. Otras cifras curiosas. En Estados Unidos, se pasó de 60.000 libros publicados en 1995, a 55.000 en 1996. En España se editaron en 1996 50.000, un 3,4% mas que en el año anterior. En Francia aparecieron en 1996 46.000 títulos. Ayer no se habló demasiado de los índices de lectura. Además del negocio de la venta de libros, ésta, la de Francfort, es la fiesta del libro.

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