Muleta más que enfermera
Guardiola / Rincón, Joselito, CaballeroCinco toros de Guardiola Domínguez y uno, 3º, de Guardiola Fantoni, flojos y descastados, pegajoso el 1º, noble el 6º. César Rincón: ovación tras aviso y pitos. Joselito: división de opiniones y bronca. Manuel Caballero: ovación y oreja.
Plaza de Zaragoza. 11 de octubre. 8 a de feria. Lleno.
El público zaragozano, que tiene más paciencia que un santo y dista bastante de aquel muy duro de no hace tantos años, estaba a punto de sucumbir ante el tedio con tanto toro inválido y descastado. El enfermero primero no acaba de entenderse con este público y el enfermero segundo, muy querido aquí, no estuvo por la labor y echó las tres cartas, provocando la indignación hasta de sus incondicionales. Pero he aquí que salió el sexto, que también dobló las manos más de una vez, pero que se encontró con una muleta más que enfermera, la de Manuel Caballero. La faena tuvo ritmo, armonía y elegancia. Al final, el toro metía bien la cabeza y no se caía. -
El tercero, flojo y a la defensiva, acabó muy parado. Caballero estuvo muy encima de él y le propinó una estocada baja, siendo ovacionado. También fue ovacionado Rincón al acabar con su primero, un toro que se venía de lejos, pero bastante pegajoso, al que el colombiano le dio varias series. Estocada tendida y parecía que se iniciaba la reconciliación. Pero todo se torció de nuevo con el mansurrón y descastado cuarto, en cuyo tercio de varas hubo un gran desorden.
Joselito sólo se hizo presente con el capote, de salida y en varios quites. Su primero fue devuelto por su invalidez. Mirón y con la cara alta, el astado sólo permitió unos toreros inicios de faena. El primer pinchazo fue entrando de cualquier manera. El sobrero, soso y flojo, fue lanceado por Joselito a pies juntos. Con la muleta, el madrileño no quiso ni verlo.
