Yeltsin anuncia por sorpresa en Estrasburgo la firma por Rusia del tratado de Ottawa

ENVIADO ESPECIALEl presidente ruso, Borís Yeltsin, volvió a sorprender ayer a la comunidad internacional al anunciar en Estrasburgo la decisión de Rusia de firmar el tratado de Ottawa para la erradicación de las minas antipersonas. Además informó de que se había puesto de acuerdo con el canciller alemán, Helmut Kohl, y el presidente francés, Jacques Chirac, para mantener una reunión anual en la que se analice la situación internacional. Rusia se había opuesto hasta el momento a suscribir este convenio, aprobado en una reciente reunión en Oslo.

Chirac, que acompañaba al presidente ruso en esa declaración realizada después del almuerzo oficial, felicitó a Yeltsin por su decisión de firmar la convención de Ottawa y propuso que la primera cumbre tripartita se celebre en Rusia, concretamente en Sverdlovsk, región de origen del político ruso.Yeltsin y Chirac comparecieron de pie ante la prensa tras el almuerzo oficial de la jornada inaugural de la "Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa que comenzó ayer en Estrasburgo. El presidente ruso abrió su breve declaración con una alusión a las palabras de Chirac, que en su discurso ante la cumbre había invitado a los países miembros a que se adhieran a la prohibición de las minas antipersonas.

"Prometo que apoyamos y apoyaremos este objetivo, para encontrar una solución y llegar a la firma de la convención", afirmó Yeltsin para quien no es obstáculo que "no haya habido una respuesta positiva de una potencia occidental", en una clara alusión a los Estados Unidos.

El presidente ruso, que no ocultó su satisfacción por la presencia de su país en el seno del Consejo de Europa, una comunidad a la que quiere pertenecer como socio de pleno de derecho en todas sus instituciones, anunció también la celebración de una minicumbre continental anual (Rusia, Alemania y Francia), aunque no precisó ni la fecha ni el lugar del primer encuentro.Perseguir el crimen

En algunos medios, sin embargo, se indicó que la posición rusa ya fue expuesta en el marco de las negociaciones de la Conferencia le Ginebra, instancia internacional en la que se negocian los asuntos de desarme. La imposibilidad de hacer avanzar el tema de las minas antipersonas en la Conferencia de Ginebra decidió a Canadá a lanzar la iniciativa de la convención para la prohibición de las minas antipersonas que ha cristalizado en el convenio de Ottawa.

Por otra parte, durante su intervención ante la cumbre del Consejo de Europa, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, aseguró que el terrorismo y la corrupción suponen hoy los mayores ataques que padece el Estado de Derecho porque niegan las bases mismas del sistema democrático. Aznar manifestó que frente a los que sólo esgrimen la violencia y el chantaje a las libertades, el Estado de Derecho debe ser capaz "de responder a todos sus crímenes desde todos los ángulos y con respeto de los derechos humanos". Aznar, en su breve intervención, destacó la obra en favor de los derechos humanos y la democracia pluralista realizada por el Consejo de Europa y ofreció el pleno respaldo del Gobierno español al plan de acción que aprobará esta cumbre para "asentar esa Europa, abierta, democrática y ejemplar que todos soñamos".

El presidente del Gobierno español recordó también el papel del Consejo de Europa en la custodia y defensa de los derechos individuales, y la decisión de esta cumbre de proponer la prohibición de la clonación de seres humanos, en consonancia con el Convenio sobre biomedicina y derechos humanos firmado el pasado mes de abril en Oviedo.

La cumbre, que concluirá hoy, dará otro pequeño empujón a la Europa de los ciudadanos. Por primera vez y como consecuencia de la incorporación de la mayoría de las antiguas repúblicas socialistas, estuvieron presentes los líderes políticos de 40 países que agrupan a 700 millones de personas. La potenciación del Tribunal Único de Derechos Humanos, el próximo nombramiento de un comisario de Derechos Humanos -una especie de ombudsman europeo-, la prohibición de la clonación de seres humanos o la promoción de la cohesión y los derechos sociales, son algunas de las iniciativas concretas impulsadas por esta cumbre que ha convertido a la capital de Alsacia en la capital de una Europa sin exclusiones.