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CANJE EN ORIENTE PRÓXIMO

Yasín defiende en Gaza la violencia contra Israel

El líder islamista de Hamás, Ahmed Yasín, está ya en su casa, en Gaza. El jeque, que llegó en olor de multitudes en un helicóptero jordano, pidió la paz entre los palestinos, pero defendió la violencia contra Israel. El regreso del dirigente integrista, fundador del movimiento radical Hamás, es el resultado de una complicada y difícil operación de canje de prisioneros, en la que, han intervenido tres partes -Israel, Jordania y la Autoridad Palestina- y gracias a la cual han conseguido la libertad, seis agentes de los servicios secretos israelíes y siete decenas de activistas palestinos, entre los que se incluye a Yasín.

"Todos tenemos que hacer un esfuerzo para conseguir la paz", dijo en un llamamiento al acuerdo interpalestino el jeque Ahmed Yasín, desde su silla de ruedas situada en lo alto de un estrado construido para la ocasión en el campo de deportes de Gaza. Las palabras del más importante dirigente integrista palestino arrancaron gritos de entusiasmo de los millares de seguidores que llenaban las gradas, quienes repetían sin cesar, monótona y rítmicamente, hasta enrojecer: "Alá Akbar" (Dios es el más grande), o "Yasín sigue adelante".Yasín recuperaba en este acto sus derechos políticos. y el uso de la palabra, tras ocho años de silencio en los que permaneció encerrado en las cárceles de Israel, después de haber sido condenado a cadena perpetua por delitos terroristas. El líder islamista abandonó la prisión hace poco más de una semana, gracias a las gestiones efectuadas por el rey Husein de Jordania, que reclamó a los israelíes su liberación a cambio de la de seis agentes del Mosad, detenidos en Ammán cuando trataban de asesinar en esta ciudad a otro dirigente religioso-político palestino.

"No habrá derramamientos de sangre, entre palestinos, para no satisfacer así a los ocupantes", añadió condescendiente el jeque Yasín desde el alto del improvisado púlpito, en medio de una ciudad engalanada, llena de pancartas y carteles en los que se le daba la bienvenida. Muy cerca de él estaba su esposa", Halima, y Suha, la esposa del presidente Yasir Arafat, que habían recibido al liberado momentos antes al pie del helicóptero.

El mensaje de reconciliación y amistad que el líder de Hamás dirigió a Arafat quedó explicitado minutos más tarde, en el mismo acto, en el mismo lugar, mientras a sus espaldas se podía ver un cartel inmenso de Palestina, sobre el que caía una bomba. El anciano Yasín, tetrapléjico y ciego, rindió un homenaje público a Arafat, y "a todos los que como él hacen un esfuerzo para alcanzar la paz", desvaneciendo así cualquier tipo de rivalidades políticas.Luego, al igual que había pasado horas antes en Ammán a las puertas del hospital Rey Hussein, antes de iniciar su regreso a casa, el. discurso se hizo más ambiguo. Como si se hubiera olvidado de sus propósitos pacifistas se definió a sí mismo como "un soldado al servicio de su pueblo y su país" e hizo un llamamiento a seguir la lucha armada.

"No habrá un alto a las operaciones armadas mientras siga la ocupación israelí", había musitado en voz baja Yasín, siempre desde la silla de ruedas, a las puertas del hospital de Ammán, mientras que a su lado un seguidor y militante de la organización tenía especial cuidado de repetir voceando cada una de sus palabras, para que pudieran ser escuchadas por una masa compacta de unas 400 personas, entre las que se encontraban, periodistas, policías, seguidores, médicos y enfermeras.El viaje de Yasín a Gaza, que en principio debía efectuar con el rey Hussein de Jordania, se inició una hora más tarde de lo previsto. Los israelíes habían anunciado que no dejarían volar a Yasín a Gaza, hasta recibir en su propio territorio a los dos últimos agentes del Mosad detenidos en Jordania. El helicóptero que debía transportarle quedó durante más de una hora retenido en el suelo. Sólo pudo iniciar el viaje cuando los dos últimos espías llegaron a Israel. Los otros cuatro miembros del Mosad, componentes del mismo comando y detenidos asimismo en Jordania, habían sido liberados hace más de una semana, coincidiendo con la salida de la cárcel de Yasín y su llegada a Jordania.

Ayer por la noche Netanyahu celebró en Jerusalén una conferencia de prensa en la que anunció la creación de una comisión para "esclarecer los hechos ocurridos en Ammán". Era su primera declaración tras la crisis. Netanyahu, que encuadró lo sucedido en el marco de los éxitos y los fracasos en la lucha antiterrorista, aseguró que no dimitirá cuando se le preguntó qué hará si la comisión le hace responsable. El primer ministro también negó que su Gobierno negocie o haya negociado con Hamás.

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Liberación de 22 palestinos

Israel liberó ayer a 22 presos palestinos. La puesta en libertad de este grupo de detenidos, al que se sumará otro medio centenar en los próximos días, es el resultado de las últimas negociaciones entabladas entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el rey Hussein de Jordania, en un intento de cerrar la crisis política abierta entre los dos países, el pasado 25 de septiembre, cuando dos agentes del Moad, fueron sosprendidos en Ammán, tratando de asesinar a un dirigente integrista palestino, refugiado en Jordania.La liberación de este grupo de presos se negoció directamente entre Netanyahu y el rey Hussein de Jordania a través de interminables conversaciones telefónicas, pocas horas después de que se cerrara la operación de la liberación del líder islamista Ahmed Yasín y el Gobierno de Israel diera en principio la luz verde para que éste pudiera regresar a su casa en Gaza.

El Gobierno de Netanyahu que se había sentado en la mesa de negociaciones frente al rey Hussein con la única intención de lograr la liberación de los dos agentes del Mosad, se vió a última hora obligado a aceptar esta nueva condición del monarca: la libertad de los 72 presos palestinos. Pero los israelíes pusieron como única condición que en la lista de los liberados no se encontrara ningún militante de Hamás, ni de la Yihad Islámica, y que no estuvieran implicados en delitos de sangre.

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