Los neocomunistas decidirán hoy si apoyan o no al Gobierno italiano
El suspense sobre la crisis de gobierno en Italia se prolonga un día más. El largo encuentro mantenido ayer entre la dirección del Partido de Refundación Comunista (PRC) y el Ejecutivo de centro-izquierda terminó sin acuerdo, pero tampoco hubo ruptura. Fausto Bertinotti, secretario general del PRC, se limitó a calificar de "inadecuada" la respuesta gubernamental a las propuestas planteadas por los neocomunistas, que el pasado miércoles abrieron la perspectiva de crisis al retirar su apoyo a los Presupuestos de 1998. La posición definitiva del grupo de Bertinotti será dada a conocer hoy.
El esfuerzo del Gobierno por recuperar el apoyo de Refundación Comunista se ha intensificado en las últimas 72 horas, pero todavía persisten las diferencias de posiciones. Fuentes oficiales declararon que las propuestas planteadas por Prodi eran "todas nuevas". Pero anoche trascendió que no se ha llegado a un entendimiento aún sobre los recortes previstos en las pensiones y en la Sanidad. Los líderes neocomunistas se mostraron dispuestos a esperar hasta hoy a que el Ejecutivo recapacite sobre lo que se juega en estos momentos.La alternativa a la crisis sería, según la principal formación de la coalición de gobierno, el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), unas elecciones anticipadas, presumiblemente el 30 de noviembre. No es éste el deseo de la mayoría de los grupos políticos. Y, lo que es más importante, es una salida que desagrada al presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro. Este reiteró ayer su intención de no disolver las Cámaras "a menos que el Parlamento no esté en situación de llevar adelante su tarea". Declaraciones que encontraron eco en el líder de la oposición, el presidente de Forza Italia, Silvio Berlusconi, para el que la nación "será la única perjudicada", en esta tentativa anticrisis.Los neocomunistas, cuyos 34 diputados han sostenido desde su constitución en mayo pasado el Gobierno de centro-izquierda, han planteado tres exigencias clave para. seguir apoyando a Prodi. Una ley que contemple la reducción progresiva de aquí al año 2000 de la jornada laboral de trabajo de 40 a 35 horas semanales; la retirada de los recortes previstos en las pensiones de jubilación y la transformación del Ir¡ -el ente de empresas públicas que desaparecerá en el plazo de poco más de un año- en una agencia de promoción del empleo en el Sur del país.Exigencias calificadas de utópicas" e "irracionales" hace una semana pero sobre las que el Gobierno discutió ayer muy seriamente con el PRC, aunque no trascendió el contenido de la "contrapropuesta" preparada por los ministros del Tesoro, Carlo Azeglio Ciampi, y de Trabajo, Tiziano Treu.
Todo lo que se sabe es que el Ejecutivo se ha mostrado dispuesto a introducir alguna clase de incentivos que favorezcan contratos laborales con horarios reducidos y a transformar el Iri en una agencia de desarrollo para el sur. De hecho, el Gobierno de Prodi ha aprobado ya una partida de 44 billones de liras para fomentar la ocupación de aquí al año 2000.
También ha habido una propuesta. formal a Fausto Bertinotti para que Refundación Comunista se integre en el Gobierno. Propuesta rechazada por el secretario general comunista que quiere un papel de mayor relieve para su partido a cambio del apoyo estable al Ejecutivo del Olivo.
La propuesta de Bertinotti es en cierto modo más ambiciosa. El líder de Refundación propone firmar un pacto programático con el Gobierno de un año de duración, con vistas a superar esta fase crítica de la integración del país en la moneda única.
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