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Los expertos critican el abuso de hormonas contra la impotencia

En demasiadas consultas no especializadas se han recetado tratamientos de hormonas -testosterona- para tratar la impotencia a pacientes que no las necesitaban. Este fue el aviso lanzado en el I I Congreso para la Investigación de la Impotencia, celebrado la pasada semana en Madrid, al que acudieron 800 expertos de más de 40 países."Ha sido frecuente recomendar al paciente con impotencia suplementos de testosterona sin analizar antes su nivel hormonal, cuando no llega a ser un 5% de estos pacientes los que realmente los necesitan; sólo cuando los niveles son muy bajos es cuando hay que administrar hormonas", manifestó Iñigo Sáenz de Tejada, andrólogo del hospital Ramón y Cajal de Madrid y presidente del congreso. Los efectos de esta incorrecta administración médica no son baladíes: facilita la aparición de cáncer de próstata, trastornos hepáticos, y exceso de glóbulos rojos.

Tres de cada 10 adultos españoles, mayores de 40 años, según los datos de la organización del congreso, padecen algún grado de impotencia -término que ahora se tiende a sustituir por el de disfunción eréctil para suavizar su carga peyorativa, ya que colabora a que muy pocos pacientes acudan a tratarse. Los factores de riesgo son: mayor edad y las enfermedades asociadas a ella -hipertensión, alto colesterol y arterioesclerosis-, el consumo de alcohol, tabaco y medicamentos y la vida sedentaría. Los expertos recomiendan seguir una dieta cardiosaludable y evitar estados de ansiedad, "que tienden a empeorar la capacidad de erección", según los especialistas.

Tamaño del pene

Éstos contribuyeron además a desmontar un error muy difundido: los penes más pequeños anchos no sólo se ven más favorecidos que los largos al tratarles una impotencia, sino que soportan mejor un aumento de la patología. "La idea asociada de que a más tamaño más potencia es un error", aclaró Saénz de Tejada. "En los dos últimos años, al desarrollarse la ingeniería hemodinámica del pene, se ha visto que su rigidez depende de su morfología. Uno largo y estrecho requiere más presión sanguínea (unos 100.000 milímetros de mercurio) y uno corto necesita la mitad de mercurio". Saénz de Tejada anunció que una futura línea investigadora es acortar con cirugía los penes largos.Mientras, hay otras soluciones: inyecciones intracavernosas (para un 80% de pacientes), prótesis (en España se colocan lanas 400 al año), terapia hormonal y cirugía vascular. Y en año y medio podría estar disponible un fármaco oral. A éstas hay que añadir dos recomendaciones. Para los médicos, "que se prepreparen para tratar cuestiones sexuales con el paciente y no sólo preguntarle por su estómago", dijo Sáenz de Tejada. Y para los pacientes, "que dejen de hablar de vaguedades en las consultas".

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