El presidente de Argelia descarta toda idea de negociar con los islamistas del FIS
En las últimas 48 horas, la crisis argelina ha evolucionado rápidamente en su vertiente política. Mientras en Washington el Senado norteamericano ha abierto una discusión interna para informarse oficialmente de las posibles consecuencias de dicha crisis, en Argel el presidente Liamín Zerual salía el miércoles por la noche al paso de las declaraciones relativas a negociaciones entre el brazo armado del Frente Islámico de Salvación (FIS) y el Ejército argelino, que han conducido a la recién estrenada tregua, para decir que se trata "de humores fantasiosos e infundados". Zerual dio por "definitivamente cerrado" el caso el FIS y negó que hubiera discrepancias en su régimen sobre el particular.
El inicio, el 1 de octubre, de la tregua armada decretada unilateralmente por el Ejército Islámico de Salvación (EIS) ha suscitado bastantes expectativas en Argelia, tanto en la clase política como en la población.Pero Zerual ha querido personalmente cortar todo tipo de especulaciones sobre el porvenir político inmediato y el alcance del pacto que el brazo armado del FIS, el EIS, dice haber establecido con los militares. El presidente ha anunciado solemnemente que no ha habido negociaciones con el FIS y que este asunto "ha sido definitivamente cerrado". Además, Zerual insistió en que en el seno del poder no hay ningún tipo de fisuras, dando a entender indirectamente que se ha llegado a un "acuerdo sobre mínimos" entre los diferentes clanes que componen la cúpula argelina.
El FIS, que ha apoyado el acuerdo realizado por su rama militar a pesar de algunas voces discordantes en su seno, estima que la tregua debe ser seguida de una amnistía general que incluya a "los combatientes en armas", de la supresión del estado de emergencia y de sus leyes, y de la organización de una conferencia nacional de reconciliación.
El presidente Zerual en su intervención televisada ha pretendido cerrar la puerta a futuras discusiones y negociaciones, si bien ha vuelto a recordar la política de rahma (el perdón) practicada por el régimen hacia los que "abandonan las armas".
Ante la situación que se vive en Argelia, el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, ha abordado con sus homólogo francés, Hubert Vedrine, e italiano, Lamberto Dini, la necesidad de reactivar la política europea en el Mediterráneo y el estancamiento del proceso de paz en Oriente Medio, informa José Miguel Larraya. Matutes propuso a los ministros francés e italiano constituir "una célula de reflexión" que retome el proceso iniciado en la Conferencia de Barcelona que diseñó un proyecto de cooperación entre las dos orillas del Mediterráneo.
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