Ya sólo queda Gibraltar

Sólo la colonia británica de Gibraltar puede ya suponer un obstáculo para que España se integre plenamente en la estructura militar de la Alianza Atlántica. Y eso sólo será así si el Gobierno británico plantea finalmente el contencioso del Peñón sobre la mesa de negociación.Hasta ahora Londres ha hecho dos amagos. Uno de gran fuerza, en la cumbre de Madrid, cuando su secretario del Foreign Office (ministro de Exteriores), Robin Cook, planteó con agresividad la exigencia de su Gobierno de que España no pusiera límites a la actuación de ta flota y la aviación británicas en la colonia.

Una petición rescatada ayer por su Colega de Defensa, George Robertson, aunque con más sordina. Esta vez se limitó a desear un acuerdo con España antes del próximo mes de diciembre, pero también señaló que deseaba que "el aeropuerto militar de Gibraltar no esté sujeto a restricción o limitación alguna para su uso por ningún país, ni tampoco su área adyacente".

Para entonces debería estar cerrado el conjunto de la reforma de la Alianza Atlántica. No es este el último obstáculo que debe superar la OTAN, porque los griegos -y los turcos siguen sin ponerse de acuerdo, aunque fuentes atlánticas destacaban algunos avances ayer en este litigio.

Queda también la exigencia francesa de que sea un europeo quien encabece el mando aliado en el Mediterráneo. Estados Unidos se ha negado en redondo y Francia respondió retirando su candidatura a la incorporación francesa.

Todos los socios de la OTAN pidieron ayer a Francia que reconsidere su decisión, que puede dejar en una caricatura el diseño de una Identidad Europea de Defensa. Pero tampoco plantearon abiertamente alternativas para lograr un cambio de posición en el Gobierno francés.