20 familias evacuadas por las fuertes lluvias que inundan Huelva
La provincia de Huelva despertó ayer entre barro y agua. Los más de 160 litros por metro cuadrado que descargó una violenta tormenta desde la una hasta las siete de la mañana inundaron la zona sur de la capital y causaron cuantiosos daños en 13 municipios. Veinte familias tuvieron que ser evacuadas. Una persona murió y dos resultaron heridas en Oliva de la Frontera (Badajoz) al ser alcanzadas por un rayo. Protección Civil mantiene el estado de alerta ante la posibilidad de fuertes lluvias tanto en Andalucía y Extremadura como en Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Murcia.
La fuerte tromba de agua llegó a ocasionar el corte del tráfico en siete carreteras de la red viaria hasta las dos de la tarde y la paralización de las líneas férreas Huelva-Sevilla, reabierta hacia las cinco y media, y Huelva-Zafra (Badajoz). Los autobuses urbanos de Huelva no circularon durante el día porque la estación municipal apareció anegada. Los vecinos volvieron a recordar las imágenes patéticas de las grandes inundaciones de 1995.La lluvia afectó también a otras zonas de Andalucía. Una fuerte tromaba de agua cayó a última hora de la tarde de ayer en Almería, lo que provocó el corte de varias carreteras e inundó numerosas viviendas en la capital. Un cambio de sentido de la carretera N-340, a su paso por Estepona (Málaga), fue cortada por la mañana por la subida de nivel del río Padrón. Un desprendimiento de piedras y tierra obligó a cortar uno de los dos carriles de la N-323, entre Granada y Motril, a la altura de Pinos del Valle. También sufrieron cortes la A-486, en San Juan del Puerto (Huelva), y la C-341, en Teba (Málaga). En Aznalcázar (Sevilla) se derrumbó una casa sin que se produjeran daños personales y en la también sevillana La Rinconada se inundó un paso subterráneo de la vía del AVE.
Los intermitentes cortes de luz y teléfono y la violencia con la que el agua caía hacia la una de la madrugada ya hicieron presagiar lo peor en Huelva, pero no se llegó a la tragedia porque el temporal no coincidió con la subida de la marea. A las seis, las barriadas más bajas comenzaron a inundarse tras una tromba que dejó 100 litros por metro cuadra do en 50 minutos. "Ha sido ho rroroso porque no nos ha dado tiempo a reaccionar. En mi casa el agua llegaba a un metro de altura", explicó una vecina de Cardeñas que sufrió los efectos del agua hace dos años y que había renovado pocos meses atrás todo su mobiliario.
Desde lag cuatro, todos los efectivos del Cuerpo de Bomberos, con 12 camiones, trabajaron en el achique del agua. Una veintena de familias de Pérez Cubillas, junto a la marisma, fueron rescatadas de sus viviendas y conducidas al albergue municipal Marchena Colombo. Otras 13 personas, entre ellas seis guardias civiles y un taxista, fueron sacados de sus vehículos tras quedar encerrados en ellos por el efecto del barro.
Las escenas de dolor se sucedieron durante toda la mañana en una ciudad colapsada y sin transporte público. Las fuertes lluvias inundaron la estación de Emtusa y 40 autobuses públicos. A la salida de la localidad, donde está situado un importante hipermercado, las grúas trabajaron a contrarreloj para rescatar a un sinfín de coches atrapados en el aparcamiento. Además, el tráfico se complicó con el corte de siete carreteras, entre ellas dos nacionales, la que une Huelva con Portugal y la antigua de Sevilla, que quedaron transitables a partir de las dos de la tarde,tras la limpieza de grandes balsas de barro. A última hora sólo permanecía cortada la A-486, que une Lucena del Puerto y San Juan.
La importante descarga de agua se dejó sentir también en diferentes municipios de la provincia, con mayor violencia en la costa occidental. Palos de la Frontera y San Bartolomé de la Torre permanecieron hasta las tres de la tarde sin luz. La primera localidad quedó también incomunicada por teléfono. En Cartaya los bomberos rescataron a dos familias atrapadas en sus casas. Niebla, San Juan del Puerto, Trigueros, Valverde del Camino, Aracena, Villablanca, Sotiel Coronada y Gibraleón también soportaron daños cuantiosos.
Las inundaciones reabrieron el debate político sobre las deficiencias en el saneamiento de Huelva. El presidente de Aguas de Huelva y primer teniente de alcalde, Francisco Nieves, aseguró la pasada semana que las obras de acondicionamiento hidráulico realizadas en las barriadas del sur las "hacían casi imposibles".
El Ayuntamiento ha invertido, a través del plan Pomal, con fondos de la Unión Europea, 600 millones de pesetas en las dos áreas más conflictivas, Cardeñas y Marismas del Odiel, ambas anegadas por las lluvias de ayer. El alcalde, Pedro Rodríguez (PP), reconoció que "las obras deberán reconducirse de otra manera, a tenor de los resultados obtenidos, si se estima necesario". El primer edil se reunirá mañana con los técnicos para analizar los posibles fallos.
