Londres apuesta por la innovación en los desfiles de la Semana de la Moda

La Semana de la Moda se abrió con un juicio simple de la modelo Kate Moss: "Estoy feliz de estar en Londres donde uno puede vivir y trabajar. Lo más importante aquí es la originalidad". Los diseñadores acaparan con sus modelos innovadores la mira de los fotógrafos, críticos y compradores. Y para orgullo de los británicos, ahí está el trío que dirige las casas de Dior, Givenchy y Chloe: John Galliano, Alexander McQueen y Stella McCarthy.

Para darle mayor énfasis al argumento de que el imperio de la moda está hoy en Londres se han sumado modelos como Moss, Helena Christensen y Stella Tenant. Vivienne Westwood, la gran dama de la moda londinense, presenta su veredicto este fin de semana, pero en sus filas tradicionales existe la impresión de que si Londres quiere ser cool hay que dar más espacio a la innovación.La combinación del repertorio excéntrico que pueden ofrecer Hussein Chalayan, Owen Gaster y Antonio Berardi, así como la propuesta española de Amaya Arzuaga, son motivo de apuestas.

La revolucionaria diseñadora londinense Bella Freud, hija del pintor Lucien Freud, sonríe cuando se le pregunta si puede jurar que la mejor pasarela es la calle. Su ropa se construye al ritmo del reggae y ha sido pensada para felicitar a hombres y mujeres que caminan armoniosamente por la vida con una chaqueta que no tienen necesariamente obligación que obedecer a los modelos estándar.

"Me inspiro en los afanes de jóvenes que quieren andar bien vestidas y recurren a la imaginación y sus posibilidades para estarlo. Ahí hay creatividad", dice Bella, apurándose a aclarar que sus diseños "no son muy inocentes" y que incluso buscan expresar cierta decadencia. Ahí están esos audaces escotes en trajes de tejidos variados y colores conservadores pero traviesos. Son productos expresivos del momento reflexivo del Londres de hoy.