Un etarra amenaza de muerte a jueces y fiscales cuando era juzgado

José Ignacio Alonso Rubio, presunto miembro del comando Itxasadar, amenazó ayer de muerte a jueces y fiscales cuando era juzgado. Alonso, para quien el fiscal pide 12 años de cárcel como presunto autor de un delito de terrorismo, la emprendió a golpes con los cristales blindados cuando iba a ser interrogado por el fiscal, mientras gritaba: "No voy a dar explicaciones a esta cuadrilla de fascistas. Vais a caer uno detrás de otro, jueces y fiscales".

Agustín Almaraz Larrañaga, otro de los acusados, afirmó: "En este teatro no voy a participar. Acaban de asesinar a dos compañeros [en referencia a los dos etarras muertos al enfrentarse a las fuerzas de seguridad] y ustedes no hacen nada". Tanto Alonso como Almaraz y un tercer etarra, Aitor Fresnedo, fueron juzgados por su presunta participación en la colocación de un explosivo en un sucursal del Credit Lyonnais el 26 de febrero de 1995 en Bilbao. La explosión causó daños valorados en 72 millones de pesetas.Alonso y Almaraz fueron expulsados de la sala, mientras Fresnedo, que se negó a declarar, pero no provocó incidentes, permaneció en la sala durante toda la vista. Rubio y Almaraz serán juzgados de nuevo el viernes acusados de un asesinato.

El dirigente de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga se negó el martes en París a colaborar con los jueces Garzón y Gómez de Liaño y facilitarles datos sobre los atentados que ambos investigan. Urrusolo, resentido con la dirección de ETA, en cambio, se mostró partidario de que se inicie definitivamente una negociación para poner fin a la violencia. "Que hablen los que tienen que hablar y a ver si los demás dejan de gritar", afirmó el etarra.

Uno de los magistrados explicó que era importante notificar a Urrusolo las resoluciones que le afectan para poder continuar los procesos contra él en España.

Por su parte, el antiguo dirigente de ETA, José Luis Alvarez Santacristina, Txelis se negó ayer a contestar al medio centenar de preguntas que le formuló Gómez de Liaño.. Txelis declaró a Gómez de Liaño, según Efe, *que "es necesario un diálogo para conseguir la paz y acabar con esta batalla, en la que un día caen los de un bando y otro los del otro", en referencia a los dos muertos de ETA en un tiroteo con la Guardia Civil. El magistrado preguntó a Álvarez Santacristina sobre los integrantes de la anterior red de extorsión de ETA, sobre el envío de una carta bomba al ciudadano Osinalde Peñagaricano y sobre el listado de supuestas víctimas del chantaje económico aparecido en el ordenador personal incautado por la policía francesa en Bidart.

Según fuentes de la investigación, el ex dirigente de ETA se negó a facilitar dato alguno y se mantuvo en una actitud más cerrada y lacónica que la mostrada la víspera, ante el propio Gómez de Liaño y Baltasar Garzón, por el antiguo responsable de los comandos de Madrid y Barcelona José Luis Urrusolo Sistiaga. Pese a su negativa a colaborar, el interrogatorio se prolongó durante dos horas y media ya que, tal y como es preceptivo, las preguntas las realizó, personalmente, la jueza francesa Laurence Le Vert.

Poco después de las 12.30 horas, Gómez de Liaño y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional Eduardo Fungairiño abandonaron el despacho de la jueza francesa. La medidas de seguridad adoptadas en torno al despacho de la juez no evitó el martes que los periodistas españoles fueran confundidos con los jueces españoles e invitados a pasar al despacho donde iba a producirse el interrogatorio de Urrusolo Sistiaga.