La Audiencia cambia de sede tras cuatro años de estrecheces en la calle de Cartagena

El inminente traslado de la sección penal de la Audiencia Provincial de Madrid -antes de que finalice el año- a otro edificio de alquiler cercano a la avenida de la Ilustración (en el número 98 de la calle de Santiago de Compostela) ha generado malestar entre jueces y funcionarios. Sobre todo entre estos últimos. La diáspora de funcionarios, algunos muy cualificados y con muchos años de experiencia, no se ha hecho esperar. Ya han pedido el traslado a otros órganos judiciales mejor comunicados con sus domicilios. Es la segunda vez en cuatro años que la Audiencia cambia de domicilio.

La actual sede se haya en la calle de Cartagena, a escasos metros de la avenida de América. Este edificio, alquilado, presenta notorias deficiencias de espacio. En un principio, sus estrecheces fueron muy criticadas por las distintas asociaciones judiciales. Se trata de un inmueble de cinco plantas con salas de vistas extremadamente pequeñas y con enormes columnas que dificultan, cuando no taponan, la visibilidad de los jueces desde los estrados.Cuando más o menos se habían acoplado, llega el segundo cambio de emplazamiento. Esta vez, el nuevo edificio, de 13 plantas, no tiene problemas de espacio, pero si de comunicaciones. El presidente en funciones de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Madrid, Arturo, Beltrán, se queja del lugar elegido: "Funcionarios muy válidos y con gran experiencia se han marchado a otros órganos judiciales como consecuencia del cambio de emplazamiento. Por lógica, la audiencia debería estar ubicada en una zona céntrica de Madrid, equidistante de la plaza de Castilla y del sur y suroeste de la capital, donde viven la mayoría de los funcionarios, y con más fácil acceso para los usuarios". Todos los días acuden a la sección penal de la audiencia más de medio millar de personas, la mayoría testigos de juicios.

"Zona más cara"

Francisco Javier de Frutos, secretario de la Audiencia Provincial de Madrid, admite que "hay cuerpos auxiliares (funcionarios, agentes judiciales ... ) disconformes con el traslado". "Ahora mismo el transporte hasta esa zona está mal y aquella zona es más cara", señala.

De momento sólo hay buenas previsiones. "A finales de 1998 se abrirá una boca de metro junto a la puerta de la audiencia", asegura De Frutos. ¿Y mientras tanto? "Hay autobuses, aunque es cierto que no pasan muy cerca. De todas formas, vamos a pedir al ministerio que solicite tres líneas de autobuses que lleguen hasta la nueva sede de la audiencia: una saldría desde la plaza de Castilla, otra desde Cuatro Caminos y la tercera desde el hospital Ramón y Cajal, todas ellas con parada en la Audiencia". Aunque mucho peor comunicado, el edificio de la calle de Santiago de Compostela es más amplio. Sus salas serán el doble de grandes que las de la actual sede de la calle de Cartagena, y mejor dotadas para acoger los juicios con jurado y a sus miembros. Además, permitirá albergar los cuatro nuevos tribunales que el presidente de este órgano viene pidiendo con insistencia -y, de momento, sin éxito- desde hace dos años (la audiencia también soporta una fenomenal carga de trabajo). Las obras de adaptación del nuevo edificio (antes era utilizado para oficinas) han costado al Ministerio de Justicia más de 600 millones de pesetas, según fuentes jurídicas. Los intentos de este periódico por conocer el precio del alquiler han sido infructuosos.

Ciudad judicial

Los jueces, en general, habrían preferido esperar en el edificio de Cartagena, pese a la estrecheces, hasta la creación de la futura ciudad judicial, proyectada en torno a la plaza de Castilla, donde se ubican la mayoría de los juzgados de la capital. El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha ofrecido su apoyo al Ministerio de Justicia para concentrar todos los órganos judiciales con jurisdicción exclusiva sobre Madrid en la plaza de Castilla. Esto significa que la Audiencia Provincial, dentro de unos años, volverá a cambiar de enclave.

El proyecto de la Comunidad y el ministerio es construir la ciudad judicial, con las secciones civiles y penales de la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Justicia, sobre los terrenos que el Canal de Isabel II posee en la plaza de Castilla, justo enfrente de los actuales juzgados de Madrid. La idea es concentrar allí todos los juzgados y evitar que los usuarios y abogados tengan que andar de un lado para otro.