Aznar advierte que excluir a España del Fondo de Cohesión quebraría la UE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió ayer en Suecia, de donde regresó por la tarde, que ni la ampliación de la Unión Europea (UE) ni la moneda única se podrán poner en marcha con "la quiebra del tratado" que supondría la exclusión del Fondo de Cohesión de los países que tengan acceso al euro. Respondía así indirectamente, en un coloquio con empresarios, al primer ministro sueco, el socialdemócrata Goran Persson, que el día anterior le había comunicado que su país apoya las propuestas alemanas sobre una reforma financiera de los fondos estructurales y de, cohesión.

La batalla sobre la ampliación de la Unión Europea y su financiación, cuando todavía no se ha cerrado del todo la reforma de Tratado de Maastricht, no ha hecho más que empezar y España, como país que se beneficia de los fondos estructurales y de cohesión, se encuentra en el centro de la pelea.La entrada de los países del Esté -Polonia, Hungría y la República Checa, principalmente- va a costar mucho dinero y España no admite que la financien los países de la UE que hoy están por debajo de la media de renta comunitaria. Tampoco quiere que se haga con los recursos existentes, ya que ello obligaría a un nuevo reparto que perjudicaría a los más débiles.

El Gobierno español necesita que la política sobre los fondos siga siendo uno de los pilares de la integración, -España recibió más de 850.000 millones de pesetas anuales en el último trienio-, por lo quiere promover un amplio debate sobre los costes políticos y económicos de la ampliación.

En su conferencia ante los empresarios, Aznar no ocultó sus reticencias ante la llegada de nuevos países a la UE e insistió en la necesidad de abrir negociaciones con todos los aspirantes como hiciera la pasada semana, en Bolonia, Italia. "Tanto da abrir la negociación con seis países que con once", dijo, "si se hace bajo la idea de que una cosa es comenzar y otra terminar la negociación". En su opinión, lo importante, al hacerlo es saber "cuántos, cómo y cuando" van a entrar y siempre sin romper los actuales equilibrios de los 15 que la forman.

Consciente de la caída del entusiasmo europeísta en la sociedad sueca, Aznar hizo, por otra parte, un canto a la efectos benéficos que la moneda única tendrá en la economía española y comparó la entrada de España en el euro con otros dos momentos "hstóricos" de la economía española: el plan de estabilización de 1959 y la adhesión a la UE en 1986.

Noviembre, mes clave

El presidente del Gobierno puso una fecha para que el núcleo fundamental de países que van a pertenecer a la moneda única empiecen sus trabajos de modo inmediato y rápido. "Creo que en noviembre los que estamos preparados para la moneda única deberemos enviar señales muy serias y empezar un camino que es irreversible y que será un motor para un impulso político, económico y social de una Europa plural, pero llamada a una mayor integración", indicó.

Al final, en tono distendido, Aznar parafraseó al escritor catalán Josep Pla, que visitó en su día este país, y recordó las ventajas de los suecos. "Pla", dijo, "hizo una definición más o menos así: los suecos miden un palmo y medio más que nosotros, son muy trabajadores y, además, son un país tan ordenado que a muchos de nosotros nos dan ganas de ser suecos".