Manzanas en el oasis
SE HA abierto en Houston una puerta para resolver el conflicto del Sáhara occidental, que se arrastra desde hace 22 años. James Baker, el ex secretario de Estado norteamericano que actúa de mediador de la ONU entre Marruecos y el Frente Polisario, ha desbloqueado la situación en la cuarta ronda de negociaciones entre las dos partes. Baker se ha sentido lo suficientemente seguro como para anunciar la celebración de un referéndum de autodeterminación en la antigua colonia española en un plazo máximo de 11 meses. Pero Baker -que reservó los detalles del acuerdo para presentárselos al secretario general y al Consejo de Seguridad de la ONU- habló también de la existencia de dos "manzanas de la discordia". Hay, pues, que felicitarse por el progreso habido, pero sin echar las campanas al vuelo.Resulta poco verosímil que Marruecos haya podido aceptar una fórmula por la que arriesgue la absorción de un territorio que considera suyo de forma natural y en el que ha invertido mucho dinero, desde la marcha verde de 1975, para controlar gran parte de un territorio y un litoral ricos en minerales y pesca. Tras el acuerdo de Houston, el referéndum de autodeterminación cobra mayores posibilidades, pero su celebración no está aún garantizada.
Una de las manzanas de la discordia podría ser, justamente, la pregunta que va a ser sometida a consulta: ¿Será una elección clara entre la pertenencia a Marruecos o la independencia que reclaman los polisarios? Por otra parte, Baker afirma que las dos partes han aceptado un censo en tomo a los 80.000 electores. Esta cifra es próxima a la del censo elaborado por España en 1974, que Marruecos ha rechazado de forma sistemática por entender que beneficiaría a los polisarios. En cualquier caso, se desconoce aún cómo se va a elaborar esa lista definitiva de votantes. Parece obvio que la Comisión de Identificación de la ONU tendrá una ardua labor para poner de acuerdo a las partes sobre el censo.
Baker se puede atribuir el gran mérito de haber conseguido relanzar una dinámica negociadora, atascada desde 1995, y en la que Argelia y Mauritania participan como observadores. Marroquíes y polisarios, que anteriormente habían llegado a acuerdos sobre desmilitarización, prisioneros de guerra y presos políticos, han pactado un código de conducta a observar de aquí al referéndum. Si es que éste llega por fin a celebrarse, pues el. demonio se esconde en los detalles. La presión internacional, y especialmente la europea, que tiene la llave de muchas ayudas, debe ayudar a construir sobre los cimientos de Houston. Se ha abierto un oasis de esperanza para el Sáhara; aunque de las ramas de sus árboles cuelguen manzanas de discordia.
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