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La policía absorbe el recorte de tropas en China

ENVIADO ESPECIALLa capacidad militar del Ejército chino no se verá mermada con la reducción de medio millón de soldados anunciada por el máximo dirigente del país, Jiang Zemin, en el informe político presentado el viernes en la apertura del congreso comunista. Así lo creen observadores y fuentes diplomáticas, que apuntan que mucho de ese recorte comenzó ya hace dos años y sospechan que una parte del personal excedente haya sido trasvasado a la Policía Popular Armada, un cuerpo paramilitar cuyo número de efectivos se desconoce.

Jiang se reservó para casi el final de su largo discurso el apartado dedicado a las Fuerzas Armadas. El secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) manifestó ante los delegados que participan en el XV Congreso que de aquí a final de siglo se reduciría en otros 500.000 soldados la fuerza del Ejército Popular de Liberación (EPL), quedando para entonces en un total de 2,5 millones de hombres. Durante la pasada década, en cumplimiento con instrucciones del fallecido líder Deng Xiaoping, se produjo otro recorte de un millón. El objetivo de esta reducción es modernizar la milicia dotándola de un equipamiento acorde con los tiempos actuales.

Traspaso a empresas públicas

Los planes fueron decididos por el Gobierno en 1995 después de duras negociaciones con el generalato. Medios diplomáticos aseguran que la reducción comenzó inmediatamente entonces y que al menos 250.000 habrían sido ya desmovilizados, pasando bastantes a engrosar las filas de la Policía Popular Armada y otros a puestos en empresas públicas, esas que ahora Jiang quiere comenzar a privatizar o semiprivatizar. La policía popular es un órgano paramilitar que funciona en la capital del país. Fuentes periodísticas occidentales estiman que puede estar formada por alrededor de un millón de unidades.

Un estudio realizado por la Rand Corporation el pasado año calculó que sólo una cuarta parte de los aproximadamente más de dos millones de soldados que componen las fuerzas terrestres son unidades de combate. El resto del contingente se halla destinado en muchas de las fábricas del imperio de negocios que tiene el EPL.

El presupuesto de defensa chino se ha venido incrementando notablemente en los últimos tres años, pero el retraso tecnológico respecto a países como Estados Unidos es enorme. Y todo ello aun a pesar de que China estaría dando los últimos toques para la creación de una fuerza militar limitada de respuesta rápida con objeto de defender sus reclamaciones territoriales en el mar de China meridional, en concreto, el archipiélago de las Spratly, cuya soberanía reclaman también Filipinas, Taiwan, Vietnam, Malaisia y Brunei. El interés por estas rocas deshabitadas reside en la supuesta existencia de grandes yacimientos de petróleo y gas, además de su riqueza piscícola.

Los países vecinos confiesan siempre preocupación por la conducta de China en la región en los próximos 25 años si continúa su fuerte crecimiento económico. La crisis en el estrecho de Formosa de hace dos años no hizo más que acentuar esos temores. Sin embargo, los expertos subrayan ahora que aquella circunstancia puso de relieve el notable subdesarrollo tecnológico del EPL. Los mandos militares ni siquiera pudieron integrar en una sola fuerza coherente la aviación, los carros de combate y las unidades navales. Las tres fuerzas actuaban por separado durante las maniobras militares provocatorias que Pekín desplegó frente a la costa taiwanesa.

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