Antonio Gadés baila en Madrid después de 13 años de ausencia
El artista, de 61 años, interpretará el Don José en su obra 'Carmen'
La compañía de Antonio Gades vuelve a un teatro madrileño tras trece años de ausencia. Y, contra todo pronóstico, Gades, de 61 años, subirá al escenario como bailarín en unas sesiones que pueden ser sus últimas actuaciones, dadas sus escasas apariciones en los últimos tiempos. Sólo saldrá a interpretar su Carmen y no intervendrá en Fuenteovejuna. "No es por una cuestión física. Es que no me veo yendo al río a enamorar a una jovencita en el papel protagonista. Carmen requiere un trabajo más fuerte".
Las apariciones de Antonio Gades Gades en escena son acontecimientos esporádicos desde hace un año. La última vez que bailó fue el pasado enero en Japón. "Un día en Italia, durante una representación de Fuenteovejuna, me vi de rodillas, delante de la bailarina y dije: "mira hija, yo ya tengo edad de comprarte una lavadora". Gades, de 61 años, hizo un alarde de sentido del humor durante la presentación ayer de su temporada madrileña, que supone también su reaparición como bailarín. "Podría hacer el papel del Comendador, pero no lo voy a hacer mejor que Candy Román. Igual pasa con el personaje del Alcalde", apuntó el artista."¿Que por qué intervengo en Carmen? Esta obra no, consiste en un amor platónico de un joven de 15 años. Es una pasión hasta el final y decidí que sí, que haré de Don José", explicó el genial bailarín. "No puedo dejar de vivir intensamente ni un solo día porque si no sería un monje", añadió.
Breve y contundentemente, Gades explicó también la causa de su larga ausencia de los escenarios madrileños. "Si se fija uno, en Madrid no hay teatros para determinados espectáculos. Hay compañías que no van a venir a Madrid para una actuación de cinco días. En Londres hemos estado seis semanas y en París, un mes y medio". "¿Ir al Teatro Real? No gracias, yo estoy muy contento aquí", volvió a ironizar.
Con las actuaciones de la compañía de Gades se inaugura oficialmente el teatro Lope de Vega, un local al que un Gades de 11 años (Antonio Esteve entonces), vestido de botones y tocado con una gorrita, llegó como ayudante del fotógrafo Gyenes cuando se abrió en 1948.
Pánico
Una vez estrenada una pieza, Gades no cambia ni un solo paso, tal y como aseguró ayer. Pero nunca ha ocultado el pánico que siente cuando se enfrenta a una nueva creación: "Soy muy cobarde y muy miedoso para enfrentarme a un espectáculo. Lo digo de verdad".
Pero eso no impide que siga haciendo planes: "De toda la vida tengo en mente una cosa para la que me siento joven todavía de cabeza. Tengo mucho miedo y mucho respeto por hacer un Quijote. También Poeta en Nueva York. No me importa que pasen los años, soy muy lento, estoy qstudíando", explicó, para luego añadir: "No tengo ansias creadoras, soy muy normal. Yo no he nacido para bailar, lo mío fue por hambre. Hay gente que desde pequeñita sueña con ser bailarín. Yo, nunca".
En lo que sí trabaja ya el bailarín es en la formación y entrenamiento de los jóvenes bailarines de su compañía. Especialmente de José Manuel Huertas, que es quien le sustituye en sus papeles.
No quiso Gades hacer comentario alguno sobre las nuevas figuras flamencas: "Soy de la generación del 68. Nuestro lema era: 'se prohíbe prohibir'. Yo nunca voy a opinar de un compañero", respondió cuando le preguntaron por Joaquín Cortés o Antonio Canales.
Sobre Fuenteovejuna, una pieza en la que Gades ha introducido distintos bailes del folclor español, dijo que "todo está en el contexto de cuando lo escribió Lope de Vega. Lo único que me importaba de la obra era el grito solidario en contra de todo. Me parecía lo más rico de ella. Como creo que ese grito debería ser universal y el Estado español es un crisol de culturas, no he tenido complejos en mezclar todo tipo de danzas".
Babelia
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