_
_
_
_

El trabajo continúa en la "Casa del corazón puro"

Medio centenar de cuerpos escuálidos yacen inmóviles sobre sábanas verdes en camastros alineados. La habitación está oscura, por unos ventanucos altos entra un poco de luz, los ventiladores intentan mover el aire con poco efecto, una sola bombilla apenas logra iluminar la atmósfera húmeda. En Nirmal Hriday, Casa del corazón puro, hogar para los moribundos, es un día más, un día cualquiera excepto por una diferencia clave: la mujer que cuidaba a los moribundos, la madre Teresa, ha muerto. Un mensaje en una pizarra dice: "Nuestra querida madre se fue a la casa de Jesús el 5 de septiembre a las 9.30". "Ahora que la madre se ha ido, tenemos que continuar con su trabajo", dice Yasuki Shibuta, una voluntaria japonesa. Es casi imposible hablar con los recogidos en la casa, moribundos con la mirada perdida..., la mayoría no hablan más que dialectos locales.

Más información
Miles de personas rinden homenaje a la madre Teresa en una iglesia de Calcuta
Aquel día fue la "maestra" de Wojtyla

Son mendigos o trabajadores muy humildes que vinieron a los congestionados barrios de Calcuta para ganarse la vida y que enfermaron de tuberculosis o de gastroenteritis y se les va la vida. No tienen a dónde ir ni nadie que les cuide..., a algunos hay que rescatarlos de sus propios excrementos, dice una voluntaria, Korak Day, de 25 años.

Los voluntarios van a Sealdah y Howrah, entre las áreas más empobrecidas de Calcuta, a buscar moribundos que necesiten ayuda.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_