El PSOE pregunta al Ejecutivo quién es el alto cargo que alentó la denuncia contra Polanco

La dirección del PSOE considera que ya nadie duda de que hay "una trama, una conspiración con los mismos personajes que aparecen en todos los saraos y salsas, tras la causa contra Sogecable". Esta es la posición que ayer expuso la comisión permanente de la Ejecutiva federal del PSOE, tras analizar las informaciones facilitadas por el juez Baltasar Garzón sobre reuniones entre las personas que impulsaron la acusación en ese proceso. "El Gobierno debe aclarar su relación con este asunto, en el que hay gente que urde, trabaja y conspira en el ámbito de la justicia para obtener objetivos políticos", exigió el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Yo creía que estas cosas sólo pasaban con Franco", apostilló José Bono.

Hay que ir al principio de la historia: "El origen de la denuncia contra Sogecable parte de un informe encargado por un secreta río de Estado", dijo Rubalcaba "El Gobierno tiene que decirnos ya, hoy mismo: ¿quién es ese secretario de Estado? Y ¿quien pago?. El primer partido de la oposición busca la fórmula para que el Gobierno explique en el Parlamento "hasta dónde llega su implicación". "No hay que olvidar que todo parte de un informe en cargado por un secretario de Estado y que elaboró un señor llamado Gerardo Ortega" [en alusión al presidente del Colegio de Economistas, que reveló que el trabajo en cuestión le fue encargado por un secretario de Estado]. "Si el Gobierno no dice quién fue ese secretario de Estado, nosotros lo diremos", advirtió Pérez Rubalcaba.

La comisión permanente de la ejecutiva del PSOE, que se reunió ayer para tratar de distintos asuntos, dedicó una buena parte de la sesión a analizar todo lo dicho por el juez Baltasar Garzón en el auto conocido el jueves, por el que este magistrado se ha abstenido de instruir la recusación de Javier Gómez de Liaño.

Para la dirección del PSOE, los datos que salen ahora a la luz confirman su denuncia sobre la existencia de "una trama" o conspiración. "Ahora ya son más los que se están convenciendo". Abogados, algunos medios de comunicación, algún juez, algún fiscal y el Gobierno son los actores mencionados ayer por la dirección del PSOE como mimbres del entramado "que trabaja en el ámbito de la justicia para obtener objetivos políticos".

"Reclamamos la actuación del Fiscal General del Estado y de la Inspección Fiscal", señaló también el responsable socialista de Medios de Comunicación. "Si Baltasar Garzón dice la verdad jueces y fiscales tendrán que dar algunas explicaciones". Este político recordó en la reunión que Garzón era un héroe para "los personajes de la trarna"; después fue un villano cuando fugazmente tomó parte en unas elecciones como candidato en las listas socialistas; recuperó su crédito entre la trama cuando se peleó con los socialistas; pero, ahora, "volverá a ser villano".

"Leyes cambian leyes"

Rubalcaba insistió en que a nadie se le debe escapar que todo esto forma parte de una operación política para mantenerse en el poder. Telefónica también tiene que ver con esa estrategia. "De manera solemne digo al presidente de Telefónica, Juan Villalonga, y a los accionistas que esa compañía se ha convertido en una empresa del Partido Popular y que el PSOE así la va a considerar". Rubalcaba insistió: "Telefónica no es una sociedad anónima; es un ariete del Partido Popular. Nunca en su larga y prestigiosa historia había ocurrido algo semejante".

Después vino la advertencia. "A los accionistas y al presidente de Telefónica les decimos desde el PSOE que leyes cambian leyes, y decretos cambian decretos; y una mayoría progresista cambiará leyes y decretos".

El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, consideró "gravísima" la denuncia de Garzón. "Mi información es muy limitada, pero por la que tengo deduzco que el juez Garzón es testigo de una trama o conspiración en la que supuestamente habría algunos periodistas, algún juez y algún otro miembro de la carrera judicial que estaba tramando meter en la cárcel al señor Polanco", dijo. "El hecho de que un juez [Gómez de Liaño] se reúna con las partes para tratar de llevar actuaciones que nada tienen que ver con la ecuanimidad ni con la justicia son cosas que yo creía que sólo pasaban con Franco", apostilló.