Israel cierra la frontera palestina y ataca con comandos en Líbano

El Gobierno israelí impuso ayer de nuevo el cierre total de Cisjordania y amenazó a la Autoridad Palestina con intervenir directamente contra las Organizaciones radicales en los territorios ocupados "si Yasir Arafat no hace nada para acabar con el terrorismo". A medianoche, varios helicópteros artillados del Ejército israelí atacaron campamentos y posiciones de diversas milicias del sur de Líbano. Un comando descendió de los aparatos y se produjeron violentos combates a 20 kilómetros al sur de la ciudad de Saida. La operación se repitió una hora más tarde en la localidad de Insariyé.

Menos de una hora después del atentado de la calle de Ben Yehuda, en Jerusalén, el Ejército cerraba a cal y canto los pasos fronterizos con los territorios ocupados por Israel desde 1968.El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó una reunión urgente del Gabinete tras las primeras noticias del nuevo ataque sangriento de Hamás y aseguró que "si no hay un cambio inmediato por parte de la Autoridad Palestina significa que no han llegado a la conclusión que se necesitaba y en ese caso sacaremos nuestras conclusiones". Netanyahu, que subrayó que Israel no está dispuesto a continuar como hasta ahora, insistió en que "se tomarán todos los pasos necesarios y actuaremos de una forma muy distinta de lo que hemos hecho hasta la fecha".

La primera medida adoptada por su Gobierno fue la habitual de impermeabilizar el paso hacia Cisjordania y Gaza, como había hecho tras el atentado del pasado 30, de julio. Más de dos millones de palestinos han quedado encerrados en estas zonas y en muchos casos sin posibilidad de salir de sus propias ciudades hacia otras de los territorios autónomo. Durante una visita a los heridos en el atentado, Netanyahu indicó también que podría suspender el proceso de paz. "No estoy dispuesto a ser el conejillo de Indias de Arafat (... ) y no seguiremos en el proceso de negociación si no hay un cambio del Gobierno palestino".

Violentos combates

La segunda medida fue más drástica. Un comando aerotransportado del Ejército de Israel realizó anoche una incursión en el sur de Líbano, concretamente cerca de la ciudad de Saida y de Insariyé. Los combates fueron muy violentos. Los israelíes se enfrentaron a miembros del grupo prosirio Amal y del proiraní Hezbolá. Mientras los miembros del Tsahal combatían, los helicópteros realizaban pasadas bombardeando y disparando sobre posiciones enemigas. El número de bajas por ambos bandos era desconocido en la madrugada de hoy.

El portavoz del primer ministro, David Bar Ilan, recordó las recientes imágenes de Yasir Arafat, abrazado y besando a los líderes de Hamás durante una reunión con grupos de la oposición palestina, y aseguró que ha sido la luz verde para atentados como el de ayer. Bar llan exigió a Arafat ', que dé un giro de 180 grados, ya que no es posible hacer la paz al mismo tiempo con Israel y con las organizaciones terroristas palestinas".

El Gobierno israelí ha defendido su decisión de cerrar de nuevo Cisjordania y Gaza con el argumento de que "rnientras han estado cerrados no se registró ningún atentado". Según Bar-llan, "no se puede culpar a Israel de provocar los atentados con el cierre de los territorios". El portavoz de Netanyahu aseguró que "es la glorificación que Arafat hizo de Hamás la que ha traído de nuevo el terrorismo".

El ultimátum contra la Autoridad Palestina lanzado por el primer ministro fue matizado en un tono más conciliador por su portavoz, quien aseguró que el Gobierno palestino "tiene la opción de ser un poder como Egipto o Jordania, que luchan contra el terrorismo, o estar en la cuerda de Irán y otros países que lo apoyan

Según informaciones de su oficina en Gaza, Yasir Arafat, suspendió una nueva ronda de conversaciones que tenía previsto celebrar anoche con representantes de grupos radicales islámicos.