Aida Álvarez dice que giró por error a Filesa tres facturas de alquiler de una sede del PSOE

Aida Alvarez, ex coordinadora de finanzas del PSOE, negó ayer haber pagado facturas electorales de dicho partido a través de sus empresas Distribuidora Express y Tecnología Informática 2020. Su declaración se produjo durante la segunda jornada del juicio que se sigue en el Supremo por el caso Filesa, sobre presunta financiación ilegal del PSOE. Frente a la tesis del fiscal, Álvarez dijo que tres facturas por importe de 90 millones de pesetas, giradas por una de sus empresas a Filesa, no correspondían a gastos electorales del PSOE, sino que fueron remitidas por error y anuladas.

Tanto Aida Álvarez, como su compañero, Miguel Molledo Martín, se negaron a contestar las preguntas formuladas por los acusadores del Partido Popular y del empresario José María Ruiz Mateos. En la jornada de ayer también declararon, además de los dos citados, el ex presidente de Asea Brown Bovery (ABB) en España Julio Calleja y González del Camino y el directivo de Camunsa Diego Ramos Ramos. Buena parte del esperado interrogatorio a Aida Álvarez giró sobre las tres facturas que, según el fiscal, Sirvieron para pagar el alquiler de la sede socialista de la calle Gobelas (Madrid). Aida, que a lo largo de todo el proceso siempre ha huido de los medios informativos, hizo gala de un impecable conocimiento del sumario en la parte que le atañe e incluso llegó a corregir al fiscal en alguna ocasión, Por ejemplo: "Eso será en el año 90". "Efectivamente, gracias", respondía con humor el fiscal Antonio Salinas.

En su declaración, Aida Alvarez admitió que Distribuidora Express, desde 1987, realizó trabajos de publicidad y mailing para el PSOE. Sobre la sede de Gobelas, explicó que la alquiló Seinlosa a Distribuidora Express 2020 y en el contrato se contemplaba la posibilidad de que pudiese ser utilizada ,también por el PSOE, llegando a un acuerdo para que su empresa utilizase una parte del inmueble y el PSOE la otra y distribuyéndose los gastos a partes proporcionales.

El representante del ministerio público trató de que Aida aceptase sus tesis: "Con esa finalidad de financiar al PSOE por los gastos de Gobelas, Distribuidora Express, usted y Miguel Molledo Martín, giran tres facturas a Filesa, la 38, 40 y 41 por importe de 10, 10 y 70 millones. ¿Es así?". Según Aida Alvarez, no era así: "Esas facturas se giraron incorrectamente y fueron retiradas", contestó la inculpada.

Aida Alvarez explicó que no era Distribuidora Express, sino Tecnología, Informática, la que tenía relación con Filesa y la que debería haber girado a ésta las facturas por diversos servicios. "Tanto el PSOE como Filesa eran clientes míos", explicó. "Distribuidora factura al PSOE y cobra del PSOE y Tecnología factura a Filesa y cobra de Filesa".

Según su versión, cuando se dio cuenta del error pidió a los responsables de Filesa que le remitiesen las facturas, pero terminaron acordando que las destruirían. Sin embargo, el contable de Filesa, Carlos Van Schowen, se las guardó y más adelante las aportó a la causa.Aida dijo haberse sentido engañada por Filesa cuando supo que no habían sido destruidas las facturas.

Agregó que también contactó con el PSOE para que le abonasen la parte que le correspondía del alquiler y Ramón Moreda, responsable de la campaña electoral de 1989, fue quien le entregó en efectivo y en una bolsa, 70 millones de pesetas. Aida le dio el dinero a Miguel Molledo para que lo ingresara en una cuenta dé Distribuidora Express.

El fiscal, sin embargo, señala en su escrito de acusación que Distribuidora Express 2020, "en congruencia con la finalidad de financiar los gastos del PSOE", giró a Filesa tres facturas por un total de 90 millones, que fueron pagados por Filesa mediante tres cheques.

Para el fiscal, Distribuidora 2020 actuó simultáneamente en dos direcciones: trasladó a Filesa la financiación directa de los locales de Gobelas e hizo constar falsamente en su contabiliad que habían sido pagadas las facturas por importe de 70 millones giradas al PSOE por los gastos derivados de Gobelas.

Instructor de vuelo

Miguel Molledo, compañero de Aida .Álvarez, sostuvo que, pese a su cargo de consejero delegado en las empresas de ésta, sus funciones eran simplemente comerciales y las simultaneaba con su trabajo de piloto e instructor de vuelo. Molledo negó que tuviese relación alguna con Filesa y el PSOE o que se hubiese ocupado de cuestiones relacionadas con la administración de las sociedades.

El juicio, que va a un ritmo inusitadamente rápido, proseguirá hoy con el interrogatorio del resto de los acusados: Eugenio Marín, de la empresa Cepsa; Luis Sánchez Marcos y Francisco Javier Iglesias Díaz, de Elsan, y Juan Molina Vivas, de Enasa. A todos ellos el fiscal y la acusación de Ruiz Mateos les, imputan delitos de apropiación indebida.