El Gobierno argelino,al borde del colapso tras una nueva matanza integrista con 40 víctimas

Argelia se encamina hacia el abismo. Cuando aún no se habían acallado los ecos de la terrible matanza de la noche del jueves en la barriada de Sidi Rais con su estela de muertos (400 ' según fuentes independientes), la prensa de la capital desvelaba ayer por la mañana nuevos asesinatos: 40 campesinos, mujeres y niños en un caserío de Maalaba, a 200 kilómetros al suroeste de Argel, y cinco miembros de una familia en la capital fueron degollados en la misma noche. Abasi Madani, líder del Frente Islámico de Salvación (FIS), se mostró anoche dispuesto a lanzar un llamamiento para detener la violencia.

La prensa de Argel refleja el trauma que ha sufrido el pueblo. "Genocidio", titula el periódico Liberté. "'Hecatombe", califica El Watan. "Horrible matanza", grita El Moudjahid La prensa se hace eco del temor que invade poco a poco los hogares. El pueblo argelino está encallecido por duros combates del pasado reciente, pero siempre sabía quién era quién. Hoy no sabe quién le golpea, no conoce la identidad ni los móviles de su verdugo. Se siente consternado. No es la atrocidad de las macabras escenas que por fin divulga la televisión, hasta ayer sometida a una infranqueable censura, o las fotos de las desgarradoras escenas de los lugares de las matanzas (cadáveres esparcidos por el suelo, madres llorando sus hijos degollados), lo que más le aterra. No es eso. Lo que realmente le produce pánico es la terrible sospecha de que detrás de estos "crímenes contra la humanidad", detrás de esa "bestia inmunda" como la ha calificado el primer ministro, Ahmed Uyahia, se esconde una alianza satánica entre un ejército de depravados y oscuras fuerzas que anidan en las cloacas del poder.Es esto lo que produce la "consternación" al Reagrupamiento Nacional Democrático, el partido de Liamín Zerual, y lo que "desorienta" al Frente de Fuerzas Socialistas. "Hemos gritado, hemos pedido ayuda y nadie nos ha escuchado. Muy cerca de allí había un acuartelamiento de fuerzas de seguridad. Pero los primeros en llegar fueron los bomberos, y eso al día siguiente", ha contado un habitante de Sidi Rais a la prensa internacional. Otro lugareño fue aún más contundente: "El ruido' de las armas automáticas se podía escuchar de lejos, el resplandor de las casas incendiadas se veía a dos kilómetros, y nadie vino a socorremos".

El interrogante sobre la parálisis de milicias, gendarmes, policías y demás fuerzas de seguridad, está en la mente de todos. El periódico El Watan, cercano a los medios militares profesionales, acusa al Gobierno de "inducir en error a los argelinos sobre la naturaleza y la realidad de los hechos". La Asociación de Víctimas del Terrorismo Djazairuna (nuestra Argelia), conocida hasta ahora por sus posiciones intransigentes de condena del islamismo y de apoyo al régimen, estima que "la facilidad desconcertante" con la que han actuado los asesinos "siembra dudas sobre el móvil y la identidad de los agresores".

Zerual se encuentra cada vez más aislado. El Gobierno de Uyahia, ejecutante de la política presidencial, ha anunciado "nuevas medidas para proteger a los ciudadanos" y continúa pronosticando "la erradicación total del terrorismo". Pero el número de incrédulos aumenta. El presidente contaba con sacar mayor rendimiento político a la liberación de Abasi Madani, el líder del FIS, e iniciar negociaciones primero discretas y después a la luz del día. Sin embargo, los acontecimientos le han precedido y su plan ha sido desbaratado.

Abasi Madani envió anoche un mensaje al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el que asegura que está dispuesto a lanzar un llamamiento "inmediatamente" para terminar con la violencia.

Madani agregó que este llamamiento sería realizado "para preparar un diálogo serio", y añadió que había tomado esta decisión tras las últimas matanzas.