El director Michel Piccoli
El actor Michel Piecoli presentó ayer en Venecia Alors voilà, su debú en la dirección, para el que ha elegido como alter ego a un excelente Maurice Garrel. "Es una fábula sobre la normalidad de la vida, la familia, el trabajo y el amor entre generaciones, narrado a través de personas comunes", explica Piccoli, de 71 años y con más de 140 películas a sus espaldas.Piccoli diseña una familia patriarcal encabezada por un padre, firme y gentil, tres hijos maduros y una larga fila de nietos. Todos llevan una doble o triple vida. "No es indecente, los franceses vivimos bajo la influencia de nuestro triángulo cotidiano: marido, mujer y amante. Por ello, no existe una verdadera trama. La historia ha sido elaborada a través de situaciones paradójicas, sin un desarrollo dramatúrgico específico", comenta. Y añade: "No es autobiográfico. Pero me he divertido mucho identificándome con el protagonista".Según Piccoli, trabajar como director era una necesidad que sentía desde hace mucho tiempo: "La gente podría pensar que me transformé sólo porque tuve una educación excepcional junto a maestros del cine como Buñuel o Ferreri. Aprendí de ellos el rigor, la ferocidad y el humor. Pero no quisiera que se dijera que mi película tiene un poco del uno o del otro. He definido mi propio estilo. Había postergado año tras año esta experiencia por timidez, por pereza y también porque estaba muy ocupado como actor".
Para el cineasta, el haber realizado antes dos cortometrajes fue como superar una buena prueba. "Así deseché la idea de protagonizar Alors voilà. Estoy convencido de que trabajar detrás de la cámara es mucho más alucinante que actuar. Sobre todo porque quienes mandan son los tres dictadores del cine: el director, el productor y el distribuidor".
