Una marroquí, en prisión en Melilla por utilizar a dos niños de tres y nueve años para mendigar

Una mujer marroquí, que fue detenida en Melilla por utilizar a dos niños de tres y nueve años para mendigar, ingresó ayer en prisión por orden judicial, según informó el delegado del Gobierno, Enrique Beamud.Esta detención es la primera desde que la consejería de Bienestar Social y Sanidad puso en marcha la campaña para erradicar la mendicidad infantil y la explotación de menores, que pretende acabar con la entrada en la ciudad de niños marroquíes que acuden diariamente para mendigar o vender (ver EL PAÍS del pasado lunes).

La pasada semana la Policía Nacional y la Guardia Civil repatriaron a Marruecos a 360 menores. En la mayoría de los casos, se trataba de niños que ya habían sido detectados y devueltos en numerosas ocasiones.

Beamud proporcionó ayer el dato de que cada día se produce en la frontera el rechazo a Marruecos de "30 ó 40 menores", que intentan siempre volver a Melilla para mendigar.

La mujer encarcelada fue encontrada por la Policía cuando pedía limosna con los dos niños, de los que aún no se sabe si son sus hijos.

Hasta un año de prisión

Según Beamud, la orden de ingreso en prisión se basa en el articulo 232 del Código Penal, "que penaliza con penas de entre seis meses y un año de prisión a las personas que promueven el ejercicio de la mendicidad o que lo favorecen".

El delegado del Gobierno anunció que la Policía continuará en la misma línea y que cualquier adulto "que se aproveche o que favorezca la mendicidad" será detenido y puesto a disposición judicial.

Destacó Beamud que esta campana es el "primer intento serio en numerosísimos años para acabar con el problema", y aseguró que éste "se está atajando y se encuentra en vías de solución".

[Los niños son utilizados por mafias. Hace unos meses, dos niños fueron quemados por miembros de esas bandas. La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, afirmó esta semana que las autoridades marroquíes son responsables de la presencia de los niños en Melilla porque no la impiden. Garbín señaló que cada niño puede sacar unas 7.000 pesetas diarias de la mendicidad.

Cuando los menores tienen menos de ocho años, la consejería de Asuntos Sociales de Melilla les aloja en casas de acogida, donde se les alimenta y viste en espera de que les recojan sus padres. No obstante, resulta normal, en las madrugadas de la ciudad encontrar a los niños al raso, e incluso apurando restos de bebida o fumando hachís.

Según la edad, son utilizados de distinta manera. Los bebés son alquilados por mujeres que piden limosna. De los cinco a los 11 años se dedican a vender chicles o lotería. Más mayores, limpian calzado o parabrisas. En las cajas de betún, según María del Carmen Vicente, de Cruz Roja, ocultan papelinas de droga.]