Un 'Lago' con interés

Continuando con su programación, el Ballet Nacional de Cuba ofrece ahora en el teatro Albéniz El lago de los cisnes, en la versión de Alicia Alonso, sobre los originales decimonónicos. Éste es quizá el mejor trabajo personal de Alonso sobre un clásico, una coreografía de síntesis, a la vez conservadora y moderna, y tanto más efectiva cuanto que la escuela cubana le imprime una cierta dinámica donde no falta el humor y la celeridad.Aunque la escenografía deja un poco que desear, en el vestuario sin embargo encontramos una culta calidad de dibujo y sentido de la época,, con un colorismo muy entonado que hace más llevadero el archiconocido argumento. En el primer acto se vio un brillante pas de six expuesto por la nueva y pujante generación de artistas caribeños, al que siguió el, más que exigente pas de trois (Jaime Roque hizo una variación perfecta), indudable aporte de cuando Alicia Alonso estaba en su plenitud revisionista con respecto a los largos y profundos conocimientos que poseía de los clásicos sobre su propia experiencia personal.

El papel del cisne fue asumido por Viensay Valdés, una valiente jovencita que posee una buena figura y unos hermosos brazos; ella está preocupada, quizá en demasía, aunque esto no es malo, por las líneas y las terminaciones, por esos acentosparticulares del personaje que le han convertido en una piedra de toque para las primeras bailarinas de todos los tiempos. A pesar de este esfuerzo su Odette aún está en el trámite de la cristalización, pues a veces le falta a Viensay la concentración que sólo vence con el arrojo.

La artista poco a poco creció en el adagio y Jorge Vega, en el papel del príncipe, fue un solícito compañero que le aportó seguridad. En el tercer acto habría mucho que decir de su cisne negro, pues este papel encierra todas las posibilidades y todos los peligros, desde el despliegue virtuoso al vicio de la imitación. La joven cubana trasluce su inteligencia y la tensión que presta a los mayores, pero debe buscar su propia senda más allá del recuerdo y las fotografías de antaño.

Hay que citar una vez más el papel fundamental que ejerce en esta gira la tradicional coherencia que el cuerpo de baile ha recuperado en virtud de la calidad con que es preparado y ensayado. Este es uno de los secretos y valores de la compañía cubana: el trabajo igualitario del conjunto.

El público, fiel y entusiasmado, que casi llenaba el patio de butacas del Albéniz, aplaudió calurosamente a los artistas y a este título, El lago de los cisnes, que no por conocido da menos placer de ver cuando resulta bien ejecutado.