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El PSOE pide que Rato explique la venta del 23,7% del Estado en Telefónica internacional

El Grupo Socialista ha solicitado la comparecencia en el Congreso del ministro de Economía, Rodrigo Rato, para que explique la venta del 23,7% del Estado en Telefónica Internacional (TISA). El PSOE entiende que el concurso para la privatización de TISA se ha diseñado pensando en los intereses de Telefónica por encima de los del Estado. Las explicaciones del vicepresidente se referirán a hechos consumados, ya que Telefónica se quedará con el 23,7%. Como se preveía a tenor de las bases del concurso,- que colocaban a Telefónica en mejores condiciones que cualquier otra candidata, ninguna otra compañía se interesó por la compra. Telefónica pagará 127.000 millones de pesetas.

Para el diputado y portavoz de Economía del Grupo Socialista, Juan Manuel Eguiagaray, la convocatoria del concurso para la venta del capital público en Telefónica Internacional (TISA), sus condiciones y plazos no han resultado ser sino una componenda" para que Telefónica termine quedándose con la totalidad de las acciones de TISA al precio más ventajoso para la empresa matriz, Telefónica, que ya tiene el 76,3%."Las valoraciones que se han hecho [del capital público en TISA] no se han afinado y han sido más bien templadas, a la baja. El ministro de Economía tendrá que explicar qué intereses son los que se han defendido en este proceso de pnivatización, si los del Estado, como se pretende hacer ver, o los de una empresa privada como Telefónica", afirmó el pasado sábado el ex-ministro Juan Manuel Eguiagaray.

"Que la matriz sea la que adquiere la totalidad de TISA parece lógico, pero hay dudas razonables respecto al beneficio que el Estado obtiene finalmente de una empresa que ha contribuido a crear según el portavoz socialista.

Posición de ventaja

Para el PSOE, el Estado ha perdido la última oportunidad de ejercer un mínimo seguimiento de las actividades de una de las empresas españolas más importantes en el exterior. Eguiagaray se refirió, en ese sentido, al nombramiento de John Reed, presidente de Citibank, como vicepresidente de TISA, una prueba evidente de la dificultad creciente para que Telefónica siga defendiendo intereses de Estado.

La comparecencia de Rato en el Congreso habrá de producirse en septiembre, ya que aún corren las vacaciones parlamentarias. No obstante, la petición de comparecencia había sido formulada antes de que se iniciara el periodo vacacional porque el principal partido de la oposición preveía ya entonces que el capital del Estado en TISA acabaría en poder de la empresa que preside Juan Villalonga, amigo personal del presidente del Gobierno, José María Aznar.

Las bases del concurso restringido propuesto por la Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (Seppa) dejaban a Telefónica en una clara posición de ventaja ante cualquier otro posible interesado en la compra. La ausencia de candidaturas alternativas a Telefónica cuando concluyó el plazo de presentación de ofertas el pasado 19 de agosto así lo avala.

El Gobierno había establecido el derecho de tanteo para Telefónica. De ese modo a Telefónica le bastaba con igualar la mejor de las ofertas económicas presentadas para quedarse con la totalidad del capital de TISA.

Y en el supuesto, de que, como ha ocurrido, no se presentara ninguna candidatura y Telefónica resultara ser la única interesada, las bases establecen que pagará un máximo de 127.000 millones de pesetas. Esa cantidad equivale a la valoración media de las acciones que hizo en su día el banco de inversiones Salomon Brothers, más un 20%.

El valor de las acciones del Estado ha sido el aspecto más polémico de este proceso privatizador. En un principio, Telefónica había acordado con Patrimonio del Estado (ahora Seppa) la compra directa del 23,7% de TISA por 96.000 millones de pesetas pero la operación fue frustrada por el Ministerio de Economía, que había valorado esa participación muy por encima de ese precio pactado y esperaba obtener al menos 125.000 millones de- pesetas por ella.

BT en el horizonte

Una vez conocido el resultado del concurso, la trasferencia a Telefónica tiene que recibir el visto bueno del Consejo de Ministros. La Seppa y Telefónica se han fijado hasta el 31 de marzo de 1998 como fecha límite para cerrar un pacto definitivo.

Los acuerdos de Telefónica con British Telecom (BT) y MCI, de EE UU, contemplan la posibilidad de que éstos entren en TISA para afrontar inversiones en nuevos mercados. Conocedora de esos acuerdos, la Seppa ha establecido que si Telefónica se queda con el 23,7% de TISA y lo vende en los 15 meses siguientes a la adquisición, tendrá que abonar a la sociedad estatal una parte de las plusvalías generadas, el 23,7% de las mismas.

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