La vigencia de Janis Joplin recuerda los 30 años del 'verano del amor'

En el estío de 1967, la ciudad de San Francisco desbancó a Londres como capital de la modernidad. Las drogas psicotrópicas se encontraban a punto de marcar una era, el sexo estallaba entre los jóvenes en forma de amor libre, y un fantasma, vestido con el colorido del hippismo y revestido de inocentes intenciones de amor y paz, amenazaba con quebrar los cimientos del sistema: la contracultura. Aquella vibrante canícula pasó a la historia como el verano del amor. Treinta años después, muy poco queda de aquel atracón de libertad juvenil. Sin embargo, dos de los nombres más representativos de aquellos años recuperan ahora plena vigencia: Janis Joplin y Fleetwood Mac.

Coincidiendo con el 30º aniversario de su constitución como grupo y con el 20º de la aparición en el mercado de su disco fundamental, Rumours, el grupo californiano Fleetwood Mac se ha reunido con motivo de una actuación en directo para la cadena de televisión norteamericana MTV, en la que han vuelto a grabar algunos de los temas más importantes de su larga discografía.El batería Mick Fleetwood y el bajista John McVie, único superviviente de la formación original, se han hecho acompañar por la teclista Christine McVie, ex esposa del anterior, así como de la también ex pareja compuesta por el guitarrista y cantante Lindsay Buckingham y la solista Stevie Nicks, con objeto de reinterpretar juntos varias de las canciones que han acompañado a más de una generación de adictos al rock californiano: The chain, Dreams, Big love, Everywhere y el clásico Don't stop (thinking about tomorrow), tema que sirvió como soporte propagandístico de la primera victoria de Bill Clinton en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos.

El disco, llamado The dance, contiene también varias composiciones nuevas y será presentado a lo largo de este año y el siguiente, en una larga gira americana, sin que se descarte que sea completada con un buen número de fechas en Europa.De aquel verano vertiginoso, de torbellino, que ahora cumple tres décadas, también se está recuperando a la que fue su voz femenina más importante, Janis Joplin, que nació el 19 de enero de 1943, pero no fue hasta que se celebró el Monterrey Pop Festival de 19.67 cuando pasó de ser una simple admiradora de desgarradas cantantes negras, como Bessie Smith o Bic Mama Thornton, a convertirse en una megaestrella de la música rock de aquel tiempo, equiparable en aquellos momentos a Jim Morrison, Jimi Hendrix y Bob Dylan.

Con los dos primeros tendría en común una muerte precoz y ocurrida con el telón de las drogas como fondo. Con el último compartió al manager que la hizo caminar de la nada al olimpo de la música pop, y que la puso a grabar canciones que aun ahora siguen poniendo la carne de gallina, como Me and Bobby McGee, Try (just a little bit harder), Piece of my heart o Summertime.

32 temas

Veintisiete años han transcurrido desde que la artista apareciera muerta a causa de una sobredosis de heroína y precisamente cuando acababa de editarse su último disco, Pearl.

Sin embargo, la figura excéntrica de la cantante, su actitud descarada y provocadora ante el sexo y el establishment de su país, y sobre todo su voz, a la que siempre llevaba al límite, cobran una tremenda vigencia precisamente ahora, en este año 1997, con la edición el próximo día 8 de septiembre de un doble disco recopilatorio de su obra, titulado Absolute Janis. En este volumen se recogen 32 interpretaciones de temas en los que el blues cobra una dimensión generacional.