El alcalde de Gernika llama a la población a combatir a los "fascistas de nuevo cuño"
Al alcalde de Gernika (Vizcaya), el peneuvista Eduardo Vallejo, el ataque del grupo de alborotadores que sembraron el terror por el centro de esa localidad, en la madrugada del pasado sábado, le hizo volver la vista 20 años atrás. Hace dos decenios, un grupo de fascistas -"de extrema derecha, lo que antes se denominaba incontrolados"- llegó a la villa foral para intimidar a la población. "Era gente que no quería la democracia y los encapuchados de ahora tampoco la quieren", advierte. A la vez, anima a los ciudadanos a mantener la serenidad y combatir a estos "fascistas de nuevo cuño".
"Estoy convencido de que tanto en Gernika como en toda Euskadi el pueblo no va a consentir que se salgan con la suya y va a forzar que la paz y la armonía imperen en nuestro pueblo", sostiene Eduardo Vallejo.La Junta de Portavoces del Ayuntamiento se reunió ayer para condenar los ataques de la veintena de encapuchados vestidos de negro que hirieron a dos personas y destrozaron tres entidades bancarias de la localidad, que celebraba sus fiestas patronales, las cuales terminan hoy.
Los representantes municipales suscribieron un comunicado que, en su tercer punto, resalta la reacción de los vecinos que, "arriesgando incluso en algunos casos su integridad física, impidieron que los agresores causaran el caos que pretendían".
El documento fue aprobado con los votos de los ediles del PNV, el PP y Eusko Alkartasuna (EA). HB votó en contra mientras que el representante del PSE-EE justificó su ausencia por encontrarse fuera del pueblo.
El comunicado anima a los vecinos de Gernika a "seguir manteniendo su repulsa ante actuaciones de esta índole". Vallejo leyó el texto, que expresa en su primer párrafo la más "enérgica repulsa" de la corporación "ante los actos vandálicos sufridos en nuestra villa, realizados por un grupo de enmascarados perfectamente organizados y dirigidos que pretendían imponer la alarma, la desconfianza y el miedo". Los ediles recalcan que "lo ocurrido es doblemente grave al hacerlo contra una villa que es mundialmente reconocida como símbolo de derechos y libertades".
Los incidentes comenzaron en torno a la medianoche, cuando una veintena de encapuchados atacaron con barras de hierro y cócteles mólotov las oficinas del BBV y la Caja Rural Vasca de la calle de Juan Calzada y prosiguieron su desfile de violencia por las calles del pueblo, arrasando las terrazas de los bares, poblados de. clientela, y destrozando el mobiliario urbano que encontraban a su paso.
En la calle de Adolfo Urioste, los invasores destrozaron una sucursal de la BBK y atacaron con piedras y artefactos incendiarios a los vecinos que se les enfrentaron en la plaza de Mercurio, entre ellos ancianos y niños que lloraban en la confusión. Uno de los vecinos, F. J. B. A., sufrió quemaduras en una pierna al ser alcanzado por uno de los cócteles.
Vallejo cree que los enmascarados no son vecinos de Gernika. Ni sus voces ni su aspecto resultaron conocidos para ninguno de los testigos. El alcalde lo explicaba ayer así a este periódico: "En todas las fiestas de Euskadi tiene que haber jaleo y, como en las de Gernika aún no lo había habido, enviaron a esta gente. Estas acciones están perfectamente planeadas y dirigidas".
Quinceañeros
Un vecino que presenció los hechos baraja la sospecha de que los agresores, "por su escasa corpulencia, no deberían de tener más de 15 o 16 años". Una mujer que recibió el impacto de una
piedra en la cabeza todavía recuerda cómo uno de los atacantes, armado con un cóctel mólotov, le advirtió: "Si no te quitas de en medio, te lo echo encima".
Agentes de la Ertzaintza encontraron, el sábado por la mañana, siete artefactos incendiarios, diez cohetes, ocho capuchas y varios guantes de látex en un contenedor de la calle de Askatasun Bidea (camino de la Libertad), la entrada a la villa foral desde Bilbao.
Fue una patrulla de seguridad ciudadana de la policía local la que alertó del la presencia de los explosivos a la Ertzaintza, que envió un equipo con perros adiestrados y un robot de desactivación y retiró los objetos, presuntamente abandonados por los encapuchados.
Tras los incidentes, una llamada telefónica efectuada al diario Egin por un individuo que no se identificó advertía de que en el futuro no tolerarán la intervención de "aspirantes a héroes", en alusión a quienes se oponen a los violentos.
Los representantes municipales invitaron a los vecinos a seguir disfrutando de las Gestas, las cuales, matiza el alcalde, "están discurriendo, pese a estos incidentes, tal y como los ciudadanos desean: en paz y armonía".
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