Los grupos financieros rusos pugnan por el control de los medios
La guerra de los grupos financieros que controlan en gran medida la vida política de Rusia está registrando ahora una nueva batalla que se ha extendido a los medios de comunicación. Después de que la mayor empresa petrolera rusa, Lukoil, y el poderoso Oneximbank compraran hace poco la mayoría de las acciones del diario Izvestia, uno de los más prestigiosos de Rusia, el grupo financiero Most, junto con su nuevo aliado, Borís Berezovski, hombre de negocios y vicesecretario del Consejo de Seguridad, han decidido financiar un nuevo periódico, que encabezará el ex director de Izvestia y al que seguramente se irán los mejores reporteros del famoso diario.La victoria que obtuvieron recientemente Oneximbak y su presidente, Vladímir Potanin, ex vicejefe del Gobierno ruso, al comprar el paquete de control de Izvestia (Noticias) puede resultar pírrica. Los nuevos dueños se apresuraron a liberarse del director Ígor Golembiovski, pero éste ha salido ahora con una magistral respuesta: ha conseguido el apoyo financiero de los rivales de Oneximbank. Se trata de Vladímir Gusinski, líder del grupo Most, que ya controla el periódico Segodnia, la radio Eco de Moscú y el canal NTV, y de Borís Berezovski, el magnate que participó activamente en la campaña presidencial de Borís Yeltsin y que después de ello fue nombrado vicesecretario del Consejo de Seguridad. Berezovski ha invertido en dos canales de televisión y un diario. Ambos personajes antes eran rivales y ahora se han convertido en aliados frente al gran poder que está concentrando Oneximbank.
Dos grupos
La guerra entre estos dos grupos afloró con virulencia a la superficie después de que Oneximbank, aliado con el Deutsche Bank y con el multimillonario de origen húngaro George Soros, ganara la puja por el 25% de las acciones de Sviazinvest, el gigante telefónico ruso. En el bando perdedor quedaron un grupo de empresas entre las que se encontraba la Telefónica española y, por supuesto, Most. Este grupo no se resignó y pretendió que se revisaran los resultados de la subasta, cosa que por el momento no ha conseguido.
El principal blanco de la furia de Most, apoyada por Berezovski y el canal ORT que controla, ha sido el primer vicejefe del Gobierno, Borís Nemtsov, que se perfila como el delfin de Yeltsin. Y es que Nemtsov ha sido el culpable de que se terminara con la práctica de adjudicar entre bastidores las acciones de las empresas en venta y ha exigido que éstas se vendieran al mejor postor.
Golembiovski, por el momento, sólo revela que el periódico se llamará Nóviye Izvestia (Nuevas Noticias). "Será un buen diario", se ha limitado a comentar, que ya ha pedido a los mejores periodistas de Izvestia que se vayan a trabajar con él. Y si todo esto se confirma, el antiguo diario perderá en opinión de la mayoría de los observadores, lectores e influencia.
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