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Tribuna:COMER, BEBER, VIVIR: FELICIANO FIDALGO
Tribuna
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Perico, Induráin, Olano... y 6.000 la noche

Las gentes de mucho saber, en materia ciclista, por ejemplo, seguramente no tienen humor en días de alta competición para mentar los esenciales entresijos de la vida de los héroes del asfalto. Y, por ello, pocos sabrán que el nido de amor, de reposo y de cocina selecta y esmerada de Perico Delgado, Induráin, Olano y sus directores y otros ciclistas de tronío histórico, en una capital mundial del ciclismo como San Sebastián, se llama Hotel-Restaurante Pellizar (943-28 12 11), fundado en 1900, en el Alto de Miracruz de Donostia, en medio de unos prados verdes, verdes, y que, por entonces, casi no eran la ciudad y que hoy son casi el centro, al lado mismo de un grande del comer ubicado en estos parajes, Arzak (943-27 84 65).El Pellizar, es hotel, de sólo medio centenar escaso de habitaciones, para los grandes del ciclismo en tiempo de pedaleo, en San Sebastián -que ya prepara los avíos de los mundiales que se celebrarán en el octubre inmediato- o en tierras más o menos lejanas; y es restaurante codiciado, de los que se echa de menos por su sencillez y por su amor: un día, Perico el de Segovia, cuando corría el Tour, se escapó sólo un rato para saludar a los dos chef y dueños, Txomin y Jesús, y para reponer los desgastes comprensibles de su alma, es decir, de su cuerpo y de su estómago.

El otro día, en el bar lindante con las espaciosísimas cocinas y el comedor, José Miguel Echávarri, que se cuidaba de Olano pocos minutos después de concluir la Clásica de San Sebastián, nos recordaba: "Pues ya ves, hace ahora un año, aquí, en este hotel, comenzó la historia de Miguel Induráin"; aquella historia fue el inicio de la retirada del corredor de Villava; y ahora, cómo desde hace tantos años, "éste es nuestro refugio", añadía Echávarri.

Aquí viene la gente a comer un menú que cuesta 1.500 pesetas, y una merluza y una carne y unos postres y un foie-gras y una carta coqueta y sabrosa que se regala por 3.000 pesetas o poco más; y una sidra del país, por 450 pesetas. Y si apetece dormir rodeado de árboles y arbustos y plantas, 10.000 pesetas la habitación doble y 6.000 la individual... Y, en cualquier momento, además, se cruza uno con Perico.

En San Sebastián han nacido y crecido, y renombrado a la ciudad en el mundo, todos los grandes de la cocina, como el ya dicho Arzak, como Subijana el del Akelarre (943-2120 52), como la eterna y gloriosa siempre Nicolasa (943-42 17 62), como Rekondo (943-2129 07) y más y más. Pero, también, en San Sebastián se puede dar la vuelta al ruedo con orejas de triunfo en lugares menores deslumbrantes desde fuera; aquí están con su cocina tradicional impecable, su servicio amoroso, y sus precios impecables (3.000-4.000 pesetas por barba) una lista interminable de lugares y sus comedores respectivos en el casco viejo de Donosti. Por ejemplo, Beti-Jai (943-42 04 75), con su bar y sus pinchos donostiarras (siempre inenarrables) y un restaurante con todo lo que da que pensar Euskadi. Y en la misma línea, El Clery (943-42 34 01), y Gambara (943-42 25 75), y Casa Urola (943-42 34 24). ¡Cuánta cultura en una ciudad!

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