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Un general portugués, candidato a la alcaldía de Oporto, justifica el expolio nazi a los judíos

El general en la reserva Carlos Azeredo, antiguo jefe de la Casa Militar del ex presidente Mario Soares y candidato conservador a la alcaldía de Oporto, ha sorprendido a Portugal en plenas vacaciones estivales con unas graves declaraciones de contenido antisemita. El controvertido militar, de 67 años, cuestiona la existencia del holocausto, justifica el expolio nazi a los judios, critica "la caza y castigo de los criminales de guerra" del Tercer Reich, y acusa a los gobernantes portugueses de "doblar el espinazo" al aceptar "la fiscalización de las reservas de oro sin toser ni bramar".

Nostálgico de la etapa colonial y monárquico declarado en una república donde ha ocupado los más altos cargos de la jerarquía militar, el general Azeredo se ha despachado con unas durísimas acusaciones contra el pueblo judío y los gobernantes de su propio país. En un artículo de opinión publicado en el Jornal de Noticias de Oporto, el militar sostiene: "No deja de intrigarnos negativamente a los portugueses la pasividad, el espinazo doblado, de nuestros gobernantes que han aceptado la fiscalización de nuestras reservas de oro, sin toser ni bramar, por una nación [el pueblo judío] que, a la par de grandes conquistas para la humanidad, fue también la inventora de la usura, que muchas veces a lo largo de la historia se tornó odiosa y perseguida por innumerables pueblos".El militar justifica, de forma escalofriante, el expolio nazi a los judíos, actualmente investigado por el Congreso Mundial Judío (CMJ). Entrecomillando cuidadosamente la palabra Holocausto, el general Azeredo explica que los nazis "resolvieron aprovechar de sus víctimas joyas, coronas dentales y dinero", pero, añade, "todos en nuestra vida diaria recibimos o entregamos cosas o monedas cuya procedencia inmediata nos es totalmente desconocida". Pero sus delirantes argumentos van aún más allá: "También es cierto que, dada la frecuencia de los robos, es normal que pase por las manos del ciudadano común mucho dinero de procedencia criminal, hecho que de modo alguno cuestiona la legítima propiedad del mismo".

Sobre la investigación emprendida por el CMJ en todo el mundo, incluido Portugal, el candidato a la alcaldía de Oporto por la coalición PSD-PP (socialdemócratas y populares) dice: "Después de la caza a los criminales de guerra de la Alemania vencida, además juzgados entre otros por representantes de la Rusia soviética, se cometieron no menos atroces matanzas", y ahora "Israel inició la caza de lo que se ha convenido en llamar el oro nazi. La caza y castigo de los criminales de guerra sería ética y jurídicamente de alabar si hubiese sido imparcial y extendida a todos los contendientes de la guerra en cuestión, pero convengamos también que, en lo que se refiere al oro, la iniciativa es un poco extraña y descabellada". Asimismo, el general Azeredo considera injusta la condena a los criminales nazis, argumentando que también los aliados cometieron crímenes de guerra y "no fueron juzgados y condenados".

Las declaraciones del militar provocaron ayer las primeras protestas de militantes socialdemócratas, mientras sus dirigentes guardaron silencio a lo largo de toda la jornada. La mayoría de los políticos del país se encuentran de vacaciones, ajenos a este escándalo que, sin duda, suscitará imprevisibles reacciones. Un veterano militante del PSD, Eduardo Pereira de Oliveira, calificó ayer de intolerables las declaraciones vertidas por el militar, cuyos valores éticos y morales saltan a la vista.

Por su parte, un portavoz del CMJ en Lisboa informó ayer de que ya se había solicitado una entrevista urgente con los líderes del PSD y PP para protestar contra dichas declaraciones y pedir que el general retire su candidatura.

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