La sombra de Conde en una cena de abogados

El nombre del ex banquero Mario Conde salió a relucir en la cena que mantuvieron el pasado lunes en el restaurante Korynto de Madrid los abogados Manuel Cobo del Rosal, Miguel Fusté Fabra y Ángel López Montero, según fuentes conocedoras del desarrollo de esta reunión.

Cobo del Rosal, defensor del ex secretario de Estado Rafael Vera; Fusté, letrado del general Enrique Rodríguez Galindo; y López Montero, representante legal del ex cabo Felipe Bayo, coinciden en que se trató de una reunión de carácter estrictamente profesional. Todos coinciden en que López Montero no sufrió en ningún momento "presiones" por parte de sus compañeros para que frenase la declaración que al día siguiente iba a prestar su patrocinado involucrando en el doble asesinato al general Rodríguez Galindo, a Vera y al ex gobernador civil Julen Elgorriaga.

López Montero y Cobo del Rosal habían quedado citados para cenar y Fusté fue invitado a última hora. La llegada de estos dos últimos al restaurante fue fotografiada por un reportero de El Mundo, sin que ellos lo advirtieran.

Intercambio de opiniones

"Fue un intercambio de opiniones entre profesionales", declaró ayer Fusté, quien empeñó su "palabra de honor" en que no hubo ningún tipo de presión sobre el defensor de Bayo.El nombre de Mario Conde fue pronunciado en la reunión por Ángel López Montero, quien recordó un antiguo encuentro suyo con el ex banquero. Este abogado, sin embargo, negó tajantemente esta versión, aunque reconoció que hace años estuvo con Conde en la finca La Salceda, en la que el banquero le pidió su opinión sobre una declaración voluntaria, previa a la querella presentada contra él por el fiscal José Aranda.

López Montero, tras indicar que la reunión entre él y el ex banquero aparece reflejada en el libro Vendetta del periodista Ernesto Ekaizer, insistió en que en la cena del Korynto no hubo "ningún nexo ni lazo de unión con Mario Conde en este asunto".

Por su parte, el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera atribuyó el cambio de actitud del ex guardia civil Felipe Bayo a "presiones" recibidas desde diversos ámbitos, en el que incluyó al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, al que calificó de "mano ejecutora".

Vera calificó a Bayo de "un buen agente". "Lo que pasa es que todos tenemos nuestras debilidades y esta persona se ha visto sometida a tal tipo de presiones que al final no ha podido eludirlas", dijo Vera, quien cree que ésta es la razón por la que le ha involucrado a él mismo y al general Rodríguez Galindo en el caso Lasa-Zabala.