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Edimburgo aplaude el riesgo de 600 montajes

La venta de localidades para la 50º edición del festival supera todas las previsiones

Las arriesgadas producciones del Festival Internacional de Edimburgo -la ópera Platée, bajo la dirección de Mark Morris, o Cegada de amor, del grupo catalán La Cubana, entre la oferta de la primera semana atraen nuevos públicos a la presente edición del 50 cumpleaños. Con un incremento del 5% en la venta de localidades respecto a 1996, el programa oficial supera ya sus más optimistas previsiones. Entretanto, el encuentro paralelo, el popular Fringe, registra un incremento de los montajes musicales sobre los cómicos, reyes hasta la fecha. En total, Edimburgo aplaudirá más de 600 espectáculos que convierten a la ciudad escocesa, como cada verano, en el gran escenario del mundo.

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La Cubana la monta

El Festival ha recuadado ya cerca de 2 millones de libras (unos 498 millones de pesetas) gracias al gancho popular -e imprevisto- de montajes como Cegada de Amor, que La Cubana exporta por primera vez a una audiencia anglosajona. "Fue un gran riesgo para nosotros", admite Joanna Baker, directora de mercadotecnia del encuentro oficial, "porque ese tipo de humor nunca se había probado en Edimburgo".Riesgo igualmente importante ofrece la puesta en escena de Platée, la ópera que compuso Rameau en el siglo XVIII y que rara vez se interpreta en el circuito internacional. El coreógrafo y bailarín americano Mark Morris diseña un montaje enfocado a las nuevas generaciones, sentando las bases de lo que la ópera será a partir del año 2000. El director mantiene al mínimo el clásico argumento de celos, sospechas y rivalidades, y triunfa en su presentación de los dioses como animalillos del planeta Tierra.

Música en alza

Pero el mayor tirón de este año es la música, que acusa un fuerte auge en el programa del Fringe. Este agosto, cuando se celebran también las bodas de oro del festival, se montarán un total de 320 espectáculos musicales, 60 más que en la edición anterior. La salsa, el jazz y el foIk parecen superar a la comedia, manantial tradicional del circuito alternativo, que en el pasado, durante los felices 60 vio surgir estrellas como Dudley Moore o el grupo Monty Python. Si en 1996 se pusieron en escena 256 actos cómicos y teatrales, la cifra se reduce ahora a 221.Este apartado en alza engloba desde flamenco, música clásica, musicales y ópera hasta los espectáculos enfocados al público de menor edad. Las puestas en escena oscilan desde los conciertos de solistas hasta las grandes y ambiciosas producciones. Este es el caso de Birth of a man, una ópera rock que transporta al espectador en un viaje de mentes confusas en busca de una identidad. Interpretada con pasos de danza moderna por el grupo de estu diantes Footlights, de la Universidad de Edimburgo, la ópera cuestiona los valores de la sociedad contemporánea, La joven actriz Laura McLauchlan calcula que Birth of a man cuenta con un presupuesto superior a las 6.000 libras (alrededor de 1,5 millones de pesetas), recaudado gracias a los patrocinadores, becas universitarias y al esfuerzo particular de los tres directores de la compañía. Michael Connell, Martin Stariway-Mayers y Patricik Fisher escalaron este invierno el pico más alto del Reino Unido, en un récord de 24 horas, para recaudar fondos.

El despegue de la oferta musical es independiente al lanzamiento del Flux, el nuevo festival sobre música contemporánea que se celebra en Edimburgo. Este encuentro arrancó el martes con la colaboración de Michael Nyman y The Divine Comedy. El repertorio combina nuevas piezas compuestas expresamente para la ocasión con versiones retocadas del famoso compositor de bandas sonoras y del grupo que lidera el irlandés Neil Hannon.

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