La cara internacional del régimen islámico

Uno de los cambios más visibles desde fuera de Irán va a ser la sustitución del veterano Alí Akbar Velayati -16 años al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores- por Kamal Jarazi. El hasta ahora representante de la República Islámica ante la ONU y antiguo director de la agencia IRNA (cargo para el que le nombró el propio Jatamí cuando era ministro de Cultura) es visto, a pesar de su proximidad al presidente, como un continuador de Velayati, junto a quien ha trabajado durante muchos años.A pesar de que en días pasados los rumores de su designación motivaron críticas periodísticas en las que se le acusaba de no ser "lo bastante revolucionario", Jarazi, de 53 años, está considerado un tecnócrata leal y en buenos términos con los conservadores, y no se espera emprenda cambios importantes en política exterior, un dominio que por otra parte la Constitución reserva al guía espiritual de la Revolución, en la actualidad el ayatolá Alí Jamenei.

Sin embargo, según sus colaboradores en la ONU, el nuevo ministro de Exteriores es el artífice de que Irán reanudara relaciones con Jordania y Marruecos, y podría convencer al régimen de la necesidad de sacar a Irán de su aislamiento actual en el seno de la comunidad internacional. Fuentes diplomáticas recuerdan que Jarazi, ya como embajador ante la ONU, fue clave en la elaboración del acuerdo que permitió la liberación a principios de los noventa de los rehenes occidentales en Líbano.