Bruselas replica a Waigel que las actuales aportaciones a la UE "son equilibradas"

La Comisión Europea entró ayer al trapo lanzado por el poderoso ministro alemán de Hacienda, el socialcristiano Theo Waigel. Waigel anunció una reducción de más de medio billón de pesetas anuales de las aportaciones de su país a los presupuestos comunitarios, desde 1999. Bruselas le replicó que el sistema de contribuciones "es equilibrado" porque se basa en la riqueza de cada Estado miembro, aunque apoyó la pretensión alemana de conseguir una armonización fiscal en los Quince que evite la fuga de empresas a países con sistemas tributarios más favorables.

La Comisión se ciñe así a la doctrina oficial defendida por su presidente, Jacques Santer, consistente en no abrir la caja de Pandora de la financiación de la UE. Bruselas no parece tener complejos ante la reivindicación de Alemania. El documento Agenda 2000, aprobado por el Colegio de Comisarios justo antes de las vacaciones estivales, aborda este asunto. "Y ese texto dice que el actual sistema de aportaciones es fundamentalmente adecuado y, en consecuencia, no es necesaria su reforma de forma inmediata", afirmó ayer el portavoz de la Comisión.El Ejecutivo comunitario reafirma así la tesis defendida semanas atrás por su presidente, Jacques Santer, partidario de no abrir ahora ese debate. En un encuentro con directores de medios de comunicación españoles, Santer respondió ya a unas declaraciones de Theo Waigel en las que insinuaba lo que ahora ha dicho con mayor contundencia.

El presidente recordó entonces que el actual sistema de contribuciones de cada Estado al presupuesto común "se acordó en el Consejo Europeo de Edimburgo [en 1992] por unanimidad, con la participación del propio Waigel, quien en aquella época ya era ministro de Finanzas". A su juicio, replantear ahora una cuestión tan delicada sería tánto como traicionar aquellos pactos.

Riqueza real

El portavoz de Bruselas recordó ayer que la actual clave de reparto de las aportaciones de cada Estado es mejor que la anterior, porque tiene menos peso el factor IVA (aportaciones de cada Estado en función de la recaudación de ese impuesto en su territorio) para dar más peso a un factor que genera menos distorsión, el producto interior bruto (PIB) de cada país, es decir, su riqueza real.El ministro alemán de Finanzas ha planteado ya en varias ocasiones la necesidad de reducir las aportaciones de Alemania al presupuesto común de la Unión Europea, aunque ha precisado que cumplirá lo acordado hasta 1999. Es una reivindicación que hay que abordar desde una doble perspectiva: por un lado, la preocupación real de Alemania por la competitividad de su economía y, por otro, la dificultad que puede tener la actual coalición de democristianos y libera les para mantenerse en el poder tras las elecciones generales de otoño de 1998.

Waigel se refirió ya a este problema en otoño pasado cuando en una carta confidencial al canciller federal, Helmut Kohl, con copia a los restantes miembros del Ejecutivo de Bonn, destacaba que Alemania es el mayor contribuyente neto a las arcas comunitarias y España es el primer beneficiario neto.

"Nuestro objetivo prioritario tiene que ser frenar el generalizado crecimiento del gasto en el presupuesto comunitario", advertía entonces Waigel. Una consigna seguida a pies juntillas desde entonces por todos los negociadores alemanes en cualquier discusión que afecte al gasto de la Unión.

Theo Waigel volvió a la carga a finales de julio y ha reiterado sus argumentos este fin de semana, en una larga entrevista al semanario alemán Der Spiegel. En esta ocasión, el ministro bávaro hace hincapié también en la necesidad de armonizar más los diferentes sistemas fiscales de cada Estado miembro.

A su juicio, estos diferentes sistemas incentivan la competencia desleal entre los distintos Estados miembros y provocan que otros países ingresen los impuestos que muchas grandes empresas alemanas deberían aportar a las arcas federales.

La Comisión le mostró ayer comprensiva en este último aspecto. Su portavoz recordó que Bruselas lleva años defendiendo la armonización fiscal y especialmente la de la fiscalidad sobre el ahorro. "El comisario Mario Monti preside un grupo de trabajo de impulso a la armonización fiscal. El comisario ha pedido a los Estados que envíen por escrito cuáles son los casos en que se dan problemas de competencia fiscal", afirmó.