El ejemplo de la India

(...) El Gobierno de Gujral, poniendo fin a décadas de silencio, ha declarado que la India posee armas químicas y capacidad para producir más y que ahora desea renunciar a ellas. Lo ha hecho para cumplir con sus obligaciones tras ratificar la nueva Convención sobre Armas Químicas. Nadie más ha seguido esta iniciativa.La India no se había declarado ni se había identificado anteriormente como poseedor de armas químicas. Había aceptado y respetado el tratado firmado tras la I Guerra Mundial sobre la prohibición de su utilización. (...) La última declaración es un apoyo al nuevo tratado ratificado hace pocos meses por Estados Unidos. (...) Los detalles aún no han sido dados a conocer íntegramente a la opinión pública. (...)

La confesión de la India tendrá un coste: seguramente será criticada por mantener y esconder esta capacidad armamentística. Sin embargo, su prontitud en revisar actitudes anteriores es interesante. La India resistió a las restricciones sobre el control de armas nucleares que distinguía entre las viejas potencias que ya las tienen y, lo declaran y las nuevas que dicen no tener o, como la India, no lo han declarado. En contraste, el control de las armas químicas es aceptado en la India por implicar una serie de normas que se aplica a todo el mundo. Aunque sea una excusa dudosa, lo importante es que la India está mostrando la forma de mantener la amenaza bajo un mejor control.

8 de agosto