Ocho detenidos en Barcelona acusados de estar implicados en una red de pederastia

Agentes del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía de Barcelona detuvieron durante la semana pasada a ocho personas acusadas de formar parte de una red de pederastas, según informó ayer la cadena SER. Supuestamente, los detenidos abusaban de menores que vivían en el barrio del Raval, en el distrito barcelonés de Ciutat Vella, algunas de cuyas calles son terreno abonado para la prostitución. Entre los detenidos figura Francesc Salvador, del Partit dels Socialistes de Caltalunya (PSC), diversos educadores y el director de un colegio.

Entre los detenidos figura Francesc Salvador, del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), que ostenta el cargo no electivo de consejero del distrito de Ciutat Vella para temas de circulación. Fuentes del PSC afirmaron anoche que Salvador será expulsado del partido, por aplicación del código ético, y será cesado en el Ayuntamiento.El primer secretario socialista de Barcelona, Antoni Santiburcio, mostró su "sorpresa, estupefacción y consternación" al conocer la noticia.

Eulàlia Vintró, alcaldesa accidental dé Barcelona, recibirá hoy de los dirigentes municipales del PSC la propuesta de que Francesc Salvador sea destituido de su cargo en el consistorio.

Otros detenidos, según la versión difundida anoche por la SER, son algunos educadores, el director de un colegio y la dueña de un piso en el que los pederastas abusaban sexualmente de los menores. Algunos de los niños sometidos a vejaciones son alumnos de un centro educativo del barrio. El juez encargado de las investigaciones ha declarado el secreto del sumario.

El descubrimiento de esta trama de pederastas por parte de los agentes del Grume se produjo a raíz de que se destapara a primeros de junio el caso de un menor de 10 años, que también vivía en Ciutat Vella, y que era prostituido por sus padres.

Menor alquilado

El menor era alquilado los fines de semana a Jaime L. D., un hombre soltero de 38 años dueño de un negocio de informática. Los padres del niño, que la pasada semana fueron puestos en libertad condicional por el juez que lleva el caso, cobraban unas 30.000 pesetas por fin de semana y solían recibir regalos de Jaime L. D.Los inspectores del grupo de menores empezaron a tirar del hilo al sospechar que, además del caso del primer menor, había otros niños del barrio del Raval en situación parecida.

Tras el desarrollode las primeras investigaciones se llegó al indicio cierto de que efectivamente había más menores explotados, y esta vez no por una persona sola, sino por un grupo organizado que actuaba en el barrio.