Las sorpresas de los carteles taurinos
¡Las sorpresas de los carteles taurinos! Había gran expectación por ver actuar al hispano José Antonio Iniesta y éste fracasó con el novillo Decorado, que recibió arrastre lento por su ejemplar bravura. En cambio, el relleno del cartel, Gerardo Gaya, triunfó por sus buenas formas al torear al sexto y cortó una merecida oreja.Iniesta se acopló al claro viaje de su primero y dibujó un quite de finos mandiles que abrochó con elegante larga. Inició su desempeño muleteril con gallardía pero terminó su trasteo a merced del animal, que tenía un extraordinario son y emotividad. Durante la lidia, hubo unos momentos en que parecía que había encontrado el temple y mando, pero volvió a realizar infinidad de muletazos atropellados y hacer desarmado. Era el novillo de su consagración, pero Iniesta no se enteró y dejó pasar una gran oportunidad.
Refugio / Gutiérrez, Iniesta, Gaya
Siete novillos, seis de La Venta del Refugio, justos de presencia, 1º, 2º y 6º nobles; restantes, débiles, descompuestos y peligrosos. Regalo del sobrero de De Santiago, chico, débil y encastado. Alfredo Gutiérrez: ovación y salida al tercio; silencio; aviso y ovación. José Antonio Iniesta: división; silencio. Gerardo Gaya: aplausos; oreja.Monumental Plaza México. 27 de julio. Un tercio de entrada.
Con su segundo, el albaceteño nada podía hacer, pues la bestia calamocheaba y rebrincaba.
Aunque Gerardo Gaya fue atropellado por el sexto de la tarde, al tratar de saludarlo de hinojos con una larga cambiada, continuó en la lidia. También su faena la inició de rodillas y desarrolló un toreo de buen gusto por ambos lados. Sobresalió la verdad y pulcritud con que ejecutó la cruz a la hora de la verdad, pues fue un estoconazo. Ante el revoltoso y descarado bicho corrido en tercer lugar se vio tranquilo y tuvo un desempeño decoroso.
Alfredo Gutiérrez tuvo detalles con el noble primero y con el cuarto estuvo a merced de las embestidas de un enemigo que cabeceaba y no tenía recorrido. Regaló el sobrero y realizó una tarea muleteril e muchos altibajos.
Babelia
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