Educar en casa

La participación activa de los superdotados en la vida fa miliar ayuda a desarrollar su personalidad, según la doctora israelí Erika Landau, que reclama a los padres que dediquen tiempo a sus hijos. Landau asegura que el niño necesita identificar, sobre todo, la figura del padre para lograr su estabilidad.Erika Landau lleva más de veinticinco años trabajando con niños superdotados en Tel Aviv. Ha escrito multitud de artículos y es una especialista reconocida en todo el mundo.

Landau recuerda que la rutina del colegio conduce a los niños a practicar la ley del mínimo esfuerzo. Incentivar sus habilidades en la escuela y en casa es la clave. Padres y profesores deben ejercitar la diplomacia para evitar, según la experta, celos mutuos que repercutan negativamente en la educación del niño.

La ocupación profesional de los padres o su pasado social y económico poco influyen en la buena formación del niño superdotado, afirma Landau. La doctora recuerda que los niños no necesitan ni muchos juguetes ni muchos libros. Los progenitores deben apostar por actividades creativas que estimulen el dialogo con los hijos.

Decir o no decir al niño que es superdotado es un dilema que Landau resolvió hace tiempo. El niño debe se consciente de su capacidad p para, que en el futuro pueda lidiar con jefes menos inteligentes, sin que eso cargue de traumas al superdotado.

El hecho de que un superdotado no haga sus deberes lo mejor que pueda, no significa que siempre tenga que mejorarlos. Landau recomienda evitar el "Repítelo" o "Tú puedes hacerlo mejor" y les insta a buscar formas originales para motivar a los niños.