Visita a una inspectora

Soy alumna de la Escuela Superior de Canto de Madrid. Alarmada por un a serie de irregularidades observadas en el centro en el que estudio con motivo de la tramitación de una solicitud de revisión del examen presentada por mí, acudí el pasado día 8 de julio a la Inspección Técnica de Educación, a fin de poner en conocimiento de la inspectora responsable de la tutela de dicho centro el incumplimiento de una serie de normas, incumplimiento que atenta gravemente contra mis derechos como alumna.No soy consciente, de haber sido atendida tal y como cabe esperar de un funcionario que ostenta un cargo de atención al público. La inspectora se negó a leer un resumen esquemático de los hechos que quería poner en su conocimiento (una página) y que llevaba preparado simplemente para abreviar al máximo mi visita. Me vi obligada a tratar de relatárselo oralmente, lo que me fue prácticamente imposible, dado que la inspectora no cesó de interumpir mi discurso, por una parte, dudando de la veracidad de todo, cuanto yo decía, y, por otra, no dando muestras de querer constatar la veracidad de todo ello por los procedimientos que intenté sugerirle. Entiendo que un inspector pueda albergar dudas ante lo que relatan sus visitas (¿cómo no va a ser así?), pero creo que su misión ha de ser tomar nota de los hechos de que se trate e investigar, a fin de esclarecer la veracidad de los mismos para proceder en consecuencia. No es esto lo que sucedió con motivo de mi visita, ya que la inspectora no tomó nota de nada. No creo que sea éste un modo organizado de recibir visitas.

Acudí a la inspección no "azuzada por unos profesores irresponsables", como me reprochó la persona que me recibió, de modo gratuito y sobre todo falso, pues soy mayor de edad y actúo movida por mi propia iniciativa, sino azuzada sólo por mi sentido de la justicia y el convencimiento de que las normas han de ser respetadas. Y la creencia (ingenua, si se quiere) de que existen unas instituciones encargadas de velar por que así sea.-