El Rey afirma que "la muerte de Miguel Ángel no ha sido en vano" y alaba la reacción social

En los jardines del palacio de la Zarzuela, el Rey, en unas declaraciones a Televisión Española, dirigió ayer un mensaje a los españoles. El rey Juan Carlos, de pie ante las cámaras, afirmó que "la muerte de Miguel Ángel no ha sido en vano". Y recalcó que desde la Casa Real se han seguido "con emoción las distintas muestras que se han producido en toda España de repulsa al terrorismo". "Los españoles, y en particular los vascos, han hablado con una sola voz", destaco el Príncipe.

A la pregunta del periodista Gonzalo González de Vega de qué le diría a los ciudadanos que en ese momento se estaban manifestando por toda España, el Rey contestó: "Que han demostrado y han dado un ejemplo inmejorable, inigualable, de civismo y de unidad. Yo añadiría y les diría que la muerte de Miguel Ángel no ha sido en vano; hay que seguir luchando en está lucha por la democracia y las libertades y derechos, humanos"."Se ha visto", continuó el monarca, "que la conciencia de los españoles ha salido a la calle y toda la geografía de España y que han querido demostrar con ello, con rotundidad, que quieren seguir luchando, quieren seguir trabajando en pro de la democracia y los derechos humanos y que podamos vivir en convivencia y en paz".

El Príncipe, en Ermua

El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, aguantó el constante sirimiri que cayó ayer en Ermua durante los casi dos kilómetros que separan la iglesia de Santiago Apóstol del cementerio de la villa. Con el rostro serio, flanqueado en todo momento por el lehendakari José Antonio Ardanza y el presidente del Gobierno, José María Aznar, el. Príncipe consoló y besó a la familia Blanco Garrido, informa Pedro Gómez Damborenea desde Ermua.El gris del cielo, las montañas verdes y la austeridad de un cementerio obrero enmarcaron las palabras que don Felipe dirigió á la familia de Miguel Angel, al pueblo vasco y al resto de España: "Los españoles, y en particular los vascos, han hablado con una sola voz y han dicho basta ya".

Frente a la puerta de entrada del cementerio y rodeado por un cordón rojo de ertzainas, don Felipe expresó el apoyó de la Familia Real a la sociedad-vasca en su lucha "firme y serena contra el terrorismo de ETA y sus cómplices". El Príncipe indicó que el restó de la Familia Real hubiera deseado estar allí para "testimoniar su más profundo pésame y su firme repulsa a este último atentado terrorista que tan directamente ha afectado a la familia Blanco Garrido, y que nos ha sobrecogido a todos''.

Mientras el Príncipe hablaba, el pueblo de Ermua mantenía vivo, en sus aplausos desde la carretera, en el exterior del cementerio, el recuerdo de Miguel. "El dolor de la familia, la angustia durante éstos días, es el dolor de nuestra familia y el dolor que hemos sentido unánimemente todos los españoles que amamos la vida y la libertad", afirmó.

Las esperadas palabras del príncipe de Asturias fueron su despedida de una villa de trabajadores y emigrantes del Bajo Deba que le recibió y despidió con aplausos y agradecimiento.