La esperanza de los demócratas

Son momentos difíciles en los que no caben ni muchas palabras ni profundas valoraciones. Son momentos de estar con una familia que sufre, que busca explicaciones que no existen, que intenta responder cuestiones sin respuesta. No cabe ninguna duda de que son momentos difíciles para Miguel Ángel y ,su familia, pero también para todos los demócratas de este país que, sin reponernos del sufrmiento que ha supuesto dos secuestros, volvemos al drama al que nos quiere condenar' ETA a toda la sociedad vasca. En circunstancias como esta sólo acuden sensaciones que se mezclan entre la rabia y el dolor, es un profundo pesar, el que nos invade imaginando el sufrimiento inmenso al que se condena a una familia y a una persona, es una sensación de incredulidad porque todavía hoy pueda existir gente en nuestra tierra con tanto odio, capaz de violar los derechos fundamentales más elementales que tenemos los hombres y mujeres. Sin embargo, con la misma firmeza que ayer, es preciso reafirmamos en las convicciones políticas que hemos defendido siempre en, el carácter democrático que ha guiado siempre, las actuaciones del PP del País Vasco, en nuestra lucha diaria por conseguir la pacificación de esta tierra. Seguimos defendiendo los mismos planteamientos, sin cambiar ni un punto ni una coma, porque lo hacemos pensando que es la mejor política para un escenario como el actual.ETA, como en tantas ocasiones, vuelve a plantear un nuevo pulso a los demócratas y toda la sociedad vasca y española. Vuelve decimos que aquí sólo caben sus ideas, sus planteamientos. Quien no está con ellos, está contra ellos. Un argumento tan repugnante, intolerante y fascista constituye el ideario de una banda terrorista que no asimila su cada vez más profundo aislamiento.

Como decía al principio son momentos difíciles, pero con más fuerza que nunca debemos subrayar nuestras convicciones democráticas, nuestra firmeza y nuestra intención de no ceder a chantaje alguno de los terroristas. Los que nos dedicamos a la política en el País Vasco sabemos a qué estamos expuestos, sabemos cuáles son las maneras que gastan esta banda de mafiosos con quienes no piensan como ellos, y por eso sabemos como nadie cómo y cuál debe ser la respuesta de los demócratas en estos casos. Sólo cabe un recuerdo muy emotivo, sincero y profundo para Miguel Angel y su familia, que sepan que el sufrimiento que ahora les invade es compartido por todos y cada uno de los demócratas de este país sin excepción alguna. Que estamos convencidos de que imperará la razón sobre la fuerza y que pronto podremos celebrar la vuelta a casa de nuestro compañero. Ése es la esperanza de los demócratas de esta tierra.