En el planeta rojo

Mientras la lanzadera espacial Columbia orbita la Tierra en una misión rutinaria y los cosmonautas rusos intentan desesperadamente reparar los desperfectos de la Mir, el auténtico drama espacial se desarrollaba en la superficie de Marte. Allí, un pequeño vehículo robot se ha ido abriendo paso lentamente a través del áspero y rocoso paisaje, y la nave Pathfinder ha enviado a la Tierra las imágenes más espectaculares hasta el momento de la superficie grisáceo- anaranjada del planeta. La misión de Marte, la primera de una serie de pruebas no tripuladas al planeta que está previsto desarrollar durante la próxima década, muestra de forma emblemática el nuevo énfasis de la NASA en emprender proyectos más pequeños y baratos, cuyo fracaso no interrumpa todo el programa espacial. ( ... ) La misión sólo toca de forma indirecta la cuestión que siempre ha atraído atención sobre Marte, la posibilidad de que haya podido formarse vida allí; si no los proverbiales hombrecillos verdes, sí quizá vida microscópica, tal vez no actual, aunque quizá sí en el pasado lejano. ( ... ) La relevancia científica duradera de esta misión podría ser la luz que arroje sobre los procesos geológicos que configuraron no sólo Marte, sino también el resto del sistema solar. Pocos científicos esperan hallar pruebas directas de que haya existido vida en el duro entorno marciano hasta que una misión regrese con muestras de rocas en él 2005,y quizá tampoco entonces.