Más profesores, más institutos, más laboratorios, más aulas infantiles...

El traspaso de la enseñanza no universitaria a la Comunidad de Madrid sería sencillo si no fuera porque se va a producir en plena revolución del sistema educativo. El Gobierno regional no tendrá más remedio que implantar definitivamente en Madrid la Educación Secundaria Obligatoria, que se ha estrenado tímidamente este curso con múltiples carencias.Éstas son las tres razones que justifican los gastos extraordinarios para los que la Comunidad pide una financiación mayor de la que ofrece el Ministerio de Educación. Enseñanza gratuita. La Enseñanza Secundaria Obligatoria es una nueva etapa que amplía de los 14 a los 16 años la educación obligatoria y gratuita. Esto significa, entre otras cosas, que con dinero público se deberá subvencionar a centros privados. Hasta ahora se hacía sólo hasta los 14 años. Los dos años más de gratuidad significan un gasto extra que la Comunidad de Madrid ha estimado en 12.000 millones de pesetas.

Educación infantil. El Gobierno de José María Aznar adquirió un compromiso para financiar en parte las escuelas infantiles privadas. Eso cuesta 3.300 millones de pesetas. Además, las necesidades de nuevos centros públicos para atender la demanda de tres a seis años obligará a la Comunidad a invertir en los próximos otros 5.000 millones de pesetas. Este año, más de 8.000 niños se quedaron sin plaza en las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid.

Nuevos institutos. La reforma educativa establece que los alumnos entre 12 y 14 años abandonen sus colegios y estudien en los institutos, que deberán reformarse para albergar aulas especializadas. Este curso, el nuevo modelo se inició en 454 colegios y 113 institutos. El 60% de los alumnos de secundaria, que deberían haber iniciado el curso en un instituto, siguieron en sus antiguos colegios. Otros 150 institutos pendientes de abordar la reforma carecían de los equipamientos adecuados (un laboratorio, aulas de informática, música y plástica). Todas estas carencias deberá resolverlas la Comunidad si acepta el traspaso de competencias.

La Consejería de Educación considera que en los próximos cinco años será necesario construir 60 nuevos centros para atender esta demanda y contratar al personal docente y administrativo para atenderlos. Presupuesto: 34.000 millones de pesetas. A este dinero habrá que sumar otra partida para formación del profesorado pues la ESO implica una especialización mayor. Con el nuevo sistema se amplían a cuatro las modalidades de bachillerato (Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias de la Naturaleza y de la Salud, Tecnológico, y Artes).